Decepcionante es lo menos que se puede decir de las preguntas para la consulta presentadas por el gobierno de Daniel Noboa. De las 11, al menos nueve podían ser evacuadas mediante proyectos de reforma legal por la Asamblea. Además, casi todas contienen temas que están vigentes en la legislación. Además, la consulta no plantea temas de fondo que reformen los vicios institucionales que tiene el país en el sistema judicial, en el Consejo de la Judicatura o en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Ni siquiera se planteó una pregunta que flexibilizara el régimen laboral. Como cereza del pastel, está el tema del retorno de los casinos, lo cual resulta desconcertante si se toma en cuenta que uno de los problemas que actualmente tiene el Ecuador es la facilidad con las que las mafias lavan el dinero mal habido. En resumen, si la Corte Constitucional acepta estas preguntas habrá una consulta inicua que parece diseñada para no afectar las posibilidades de reelección de Noboa en 2025.

Noboa ha decepcionado planteando preguntas que no plantean las reformas relevantes. Aunque haya gustado o no, la consulta planteadas por Lenín Moreno transformó la institucionalidad del país. Incluso, Guillermo Lasso que pudo haberse equivocado en el momento en que hizo su consulta, al menos planteaba temas más valientes como la extradición.