Editorial: La verdadera marca país

Más allá de las críticas y cuestionamientos a las gráficas propuestas y al proceso, no era el momento oportuno para hacerlo

El asesinato del candidato presidencial a pocos días de la primera vuelta electoral marcó al país y trascendió fronteras. Esa es la marca que realmente ha quedado grabada en el colectivo nacional e internacional. Esa y la de los sicariatos, secuestros y demás hazañas del crimen organizado, que tiene dominado al Ecuador. Por eso resulta irrisorio que el Ministerio de Turismo haya convocado a la población a elegir, entre tres opciones gráficas, a la que pasaría a ser la nueva imagen del país, un esfuerzo inoficioso en medio de la inseguridad reinante, ya que no habrá turista extranjero que en su sano juicio escoja como destino un lugar donde se expone incluso a perder la vida. Más allá de que el proceso de elaboración de las propuestas de marca ha sido cuestionado y estas muy criticadas, sobre todo por expertos en la materia por falta de originalidad y de representatividad, no era el momento oportuno para hacerlo. Esos recursos invertidos debieron emplearse en fortalecer a las fuerzas del orden. La Policía requiere dotación de armas y municiones, alojamiento, UPC debidamente equipadas y entrenamiento. Las FF. AA. tienen necesidades específicas en cada una de sus ramas para poder ejercer adecuadamente su misión de defensa.

Ha sido estéril la gestión del ministro de Turismo, pues no ha traído más visitantes al país.