Editorial: Llegó la depuración

El caso Metástasis llegó para sacudir a la justicia, con el potencial de convertirse en punto de partida de la ansiada purga en la Función Judicial

Un sacudón que estremece, pero no sorprende. Es que no asombra que el narcotráfico haya metido sus manos en la justicia con tanta facilidad, y queda más que claro con el trato complaciente de varios jueces, que liberan u otorgan medidas sustitutivas a la prisión con tanta facilidad a líderes de bandas criminales y a sus compinches. Lo que sí sorprende, y mucho, es que las manos corruptas de la mafia hayan llegado tan arriba. Es la dura realidad.

El caso Metástasis apareció y sacudió a la justicia, con todo el potencial de convertirse en el punto de partida de la tan ansiada purga en la Función Judicial, que, en su momento, debe darse asimismo en la clase política. Esta es la oportunidad de oro que tiene el país de depurar sus cortes y reemplazar a los malos elementos con jueces, fiscales y funcionarios públicos probos e independientes, que respondan solo a la ley y no al imperio del dinero corrupto. Pero esto no lo logrará solo una institución. La clase política, aquella a la que sí le importan los ciudadanos y no sus intereses particulares y de sus partidos políticos, debe reaccionar. Tanto la sociedad civil, como la academia, gremios de profesionales y de la educación, y medios de comunicación, todos deben estar comprometidos para que el caso Metástasis no pase a la historia como una foto o titular de portada, sino como el inicio del saneamiento de la justicia y la política.