Editorial: Un Ecuador para que todos vivan bien

Transformar a Ecuador en un país en el que sus ciudadanos se sientan cómodos y seguros tardará, pero se debe empezar ya

La alternativa de salir del país para estudiar, debido a un ambiente de inseguridad y falta de oportunidades, siempre será atractiva. La fuga de talentos es un fenómeno que se intensifica en épocas de crisis como la que vive ahora Ecuador. Es otro gran problema social que no ve el Gobierno, o si lo ve, no dice cómo lo va a resolver. ¿Por qué es un problema, si cada uno es libre de escoger en qué lugar quiere echar raíces y vivir? Cada quien está en libertad de decidirlo, pero es tarea del Gobierno hacer de Ecuador un mejor lugar, más vivible, más confortable, con más oportunidades, para que la separación de las familias sea una opción, pero la última de todas y no la primera. Irse para estudiar y mejorar conocimientos está perfecto; pero irse con un rosario de diplomas bajo el brazo y sin oportunidad porque simplemente el país es invivible, resulta lamentable, mas es una realidad.

El camino es largo. No es fácil. Transformar a Ecuador en un país en el que sus ciudadanos se sientan cómodos y seguros tardará, pero se debe empezar ya. La fuga de talentos es síntoma de una crisis social y solo se puede aliviar en la medida que el Gobierno mejore la calidad de vida de los ciudadanos, que existan más oportunidades, que las universidades optimicen la educación, que los gobiernos locales hagan de sus ciudades urbes más confortables y dignas para vivir. Es tarea de todos.