Editorial: Cuidado con la xenofobia

El mal comportamiento de grupos de migrantes venezolanos está haciendo aflorar los sentimientos xenofóbicos en las poblaciones latinoamericanas

La migración venezolana, el fenómeno de mayor envergadura en el último quinquenio en Latinoamérica, está comenzando a complicar las relaciones ciudadanas en los ocho países latinoamericanos receptores, entre los que se cuentan Colombia, Ecuador, Perú y Chile.

Las acciones violentas de algunos migrantes y miembros del Tren de Aragua, la megabanda criminal venezolana que siembra el terror desde Colombia hasta Chile, hacen aflorar sentimientos xenófobos por la amenaza a la seguridad interna y a la economía de los Estados, que ya enfrentan sus propias crisis económicas y sociales, pero que tienen que destinar recursos extraordinarios para atender a la población foránea

La tolerancia y el respeto demostrados por los latinoamericanos a los venezolanos empieza a resquebrajarse en Perú, y no está lejano que aquello ocurra en Ecuador y en Colombia, por el mal comportamiento de ciertos migrantes.

Los brotes xenófobos deben evitarse combatiendo al crimen organizado transnacional pero, si bien no hay que repetir la historia de rechazo que han vivido las colonias de migrantes latinoamericanos en Estados Unidos, España y otros países del mundo, tampoco se puede ignorar que es un fenómeno que está tomando dimensiones inmanejables, lo que genera graves consecuencias económico-sociales.