La economía pasa la cuenta

Las consecuencias del estancamiento, del desempleo y de la mayor marginación con exacerbadas posiciones son palpables desde ya...

No hay ser más disruptivo de la confianza colectiva, base y fundamento de la prosperidad económica, que un político redentorista con poder. Ocurre en Perú luego de dos décadas de prosperidad y crecimiento económico que permitieron decorar una situación de marginalidad para muchos. Si a ello se une la descomposición cadavérica del ente político que gobernó, tenemos los ingredientes requeridos para un pronunciamiento popular que demuestra cuán fragmentada está la sociedad peruana.

El socialismo, no obstante, no brinda respuestas idóneas. La plataforma, el discurso inaugural y el gabinete conformado por el presidente Castillo, empiezan a pasar cuentas extraordinariamente altas. La reserva monetaria bajó en $16.000 millones hasta la última cuenta; el sol ha perdido una tercera parte de su valor después de dos décadas de ejemplar estabilidad; la inflación toca a las puertas; la inversión externa se derrumba y ahuyenta; y la oposición política declara una nueva batalla después de haber perdido la guerra. Las consecuencias del estancamiento, del desempleo y de la mayor marginación con exacerbadas posiciones son palpables desde ya, con el anuncio de una nueva constitución, receta conocida desde ya.