Editoriales

Domingos en el aire

"Es el momento idóneo para declarar ciertas grandes avenidas de Guayaquil libres de autos los domingos. Hay que retomar la circulación ese día, pero podrían trazarse rutas de estimulación comercial y de ocio al aire"

Tras 90 días con restricciones a la movilidad, no está muy claro -ahora que el semáforo amarillo ha oficializado desde hace un mes el movimiento de Guayaquil- si la prohibición total a que salgan los vehículos los domingos tiene una lógica práctica o médica. Es decir, si ese veto dominical pretende repartir los otros días de la semana de forma equitativa según el número de placas o si hay un verdadero razonamiento médico antivírico teniendo en cuenta que de lunes a sábado sí hay autos en las calles. Sea cual sea, llegará el momento de rehabilitar el domingo para que las familias vuelvan a salir, a hacer la compra, a comer, a celebrar (siempre con prudencia epidemiológica) y, en definitiva, a estimular el consumo. Cada quien en la medida de sus posibilidades.

Esa vuelta a rodar podría envolverse de un áurea de renovación y aprovechar el hábito ya creado de jornadas sin carro para cerrar al tráfico ciertas zonas comerciales -no el fallido experimento de la avenida Nueve de Octubre- donde ahora los locales y restaurantes estarán, además, apostados en las aceras por una recomendación anticontagios.

Grandes avenidas con un ambiente de ocio ya existente podrán beneficiarse de un auténtico domingo de entretenimiento al aire.