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No dilapidar nuestro sueldo

"No cabe, por las urgencias, dilapidar un recurso en vías de agotarse"

Decía el expresidente Allende que el cobre era el sueldo de Chile. Todavía se discute en ese hermano país si las regalías que dicho metal le genera al Estado son las debidas. Chile cuida sus recursos minerales, y con ellos y otros esfuerzos sus indicadores lo acercan a la condición de país desarrollado. Pese a ello, la insatisfacción creciente ha dado paso a la búsqueda de una reestructuración jurídica-económica.

En el Ecuador no se dice mucho que el petróleo es su sueldo; la corrupción observable es gigantesca en todo el proceso de exploración, extracción, distribución y comercialización. Esta última, sobre todo, casi siempre ha estado maculada por denuncias sobre lo irregular de su ejecución. Ahora mismo, cuando la crisis hace necesario incrementar recursos para cubrir el déficit fiscal, pese a la observación en contrario de Petroecuador, se está intentando realizar una nueva preventa de crudo en condiciones que se estiman onerosas. Bien valdría que al respecto otros organismos del Estado, tal cual la Asamblea Nacional, emitan un pronunciamiento.

Ojalá estas líneas, que expresan un sentimiento común de duda en los ecuatorianos, permitan un instante de reflexión, aun en la urgencia, a fin de evitar las medidas precipitadas que, tradicionalmente, han sido de consecuencias ruinosas.