Los desafíos del nuevo gabinete

Culpar al gobierno anterior no será excusa admisible por parte de los nuevos gestores y no cabe utilizarla. Ahora hacen falta hechos

A lo largo de más de una década de ejercicio gubernamental poco eficiente, es grande el desprestigio de la gestión ministerial y, salvo excepciones, la percepción popular es que se llega a esos altos cargos únicamente con el propósito de alcanzar un rápido enriquecimiento económico. Obliga entonces ese negativo antecedente a que en la conformación del nuevo gabinete se piense en ciudadanos pulquérrimos, que además tengan conocimiento de los temas que les tocará enfrentar y gran poder de comunicación, dado que actuarán en una administración que se entrega admitiendo que la mesa no queda servida.

En lo social, obviamente el primer objetivo es poner orden en el actual proceso de vacunación y culminarlo pronto, con eficiencia. Ello requiere el esfuerzo sostenido de experimentados salubristas, conocedores del sector. Solo entonces será posible poner en marcha el proceso de reactivación económica que es el otro gran desafío, admitido como prioritario por el nuevo gobierno. Es de esperar que durante el proceso de transferencia del poder se haya transmitido la información requerida para enfrentar sin titubeos los problemas inherentes a su manejo. Culpar al gobierno anterior no será excusa admisible por parte de los nuevos gestores y no cabe utilizarla. Ahora hacen falta hechos.