Editoriales

Ciclovías sin atropello

La construcción de las ciclovías amerita un análisis técnico y cuidadoso. Sin atropello.

Que es una necesidad de las ciudades del siglo XXI, un pedido de años de la ciudadanía y un medio de transporte no contaminante son argumentos a favor de la decisión municipal de dotar a Guayaquil de 100 km de ciclorrutas conexas, cuya primera etapa se anuncia que será entregada el 25 de julio. Pero para contar con una red de ciclovías que realmente beneficie a la comunidad debe partirse de un plan integral de movilidad basado en estudios realizados a profundidad. Sin precipitación, pues se debe hacer uso idóneo de los recursos de los contribuyentes, más aún en medio de la emergencia sanitaria. Requiere definir si el uso de la ciclovía será turístico, recreativo/deportivo o una alternativa para transporte público ciudadano. El plan deberá desarrollarse conjuntamente con la ATM, pues los carriles destinados a la Metrovía, áreas exclusivas para la Aerovía y otras para las ciclovías terminarán angostando calles y avenidas, caotizando más el tránsito vehicular. Además, ante las múltiples necesidades de la urbe, no se deben desatender aquellas de mayor o igual prioridad. Problemas como la adecuación de veredas para facilitar la circulación de personas con discapacidad siguen sin solucionarse.

La construcción de las ciclovías amerita un análisis técnico y cuidadoso. Sin atropello.