Matriz original, amor y sustento vital

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Gracias por ser dadoras y recreadoras del mundo humano y sobre todo ahora...

La madre no es solo un símbolo universal que el mercado homenajea con un agresivo consumismo. Es sobre todo el sustento biorgánico, económico, psicosocial, cultural y la matriz originaria de la sociedad. También es la génesis del amor y el sustento vital del mundo natural y social, antiguo y moderno. Sin embargo, al mercantilizarse su condición, aporte y vínculo con nosotros y la familia han terminado por desvalorizarla y no posibilitar que los hijos y la sociedad puedan conocer, reconocer y comprender su importancia y transcendencia histórica y social.

Por esto, en medio de los graves y desastrosos efectos socioeconómicos, familiares y personales que deja el proceso destructivo de este virus, los colectivos humanos redescubren el verdadero sentido y el real significado de las madres. La pueden percibir ahora como la matriz biorgánica y el fundamento material, social, humano, socioeconómico, cultural, espiritual y afectivo que dan estas mujeres al mundo. Se las ve cuidando hijos, soportando a familiares indiferentes, dando afecto, ternura y amor para que sus hijos soporten los efectos de esta pandemia. A las profesionales de la medicina, las enfermeras, las salubristas, las bioquímicas que murieron y caen como efecto de este virus, recién se las ve como heroínas visibles que deben ser reconocidas. También se las ve sufrir, morir y partir por los efectos del coronavirus. Parten, pero dejan una estela luminosa de esos gigantes humanos que desde y como mujeres de cuerpo, alma, ternura y amor han hecho posible que la humanidad sea tal.

También están las recordadas y entrañables amigas: Gabriela Moncada Soto que fue asesinada por un irresponsable conductor del volante el día universal de las mujeres. Pero que dejó escrita una hermosa página de entrega y sacrificio a sus hijos. Asimismo, mi lectora permanente, la maestra machaleña Leonor Morejón, a quién el virus la sacó del mundo, pero dejó una estela de amor. Para ellas y otras como ellas mi homenaje en las huellas y el recuerdo de nuestras abuelas, madres, esposas, hijas y amigas. Gracias por ser dadoras y recreadoras del mundo humano y sobre todo ahora, por seguir siendo el sustento de esta humanidad, tan sufrida por los efectos de la pandemia.