La economía nacional: aporte de Guayaquil

Estas cifras nos llevan a la distribución, justicia y solidaridad que debe tener el PGE
Es necesario saber cuál es el aporte de las diferentes economías locales al PIB nacional para ir hacia una justa distribución de los ingresos y del PGE. De ahí la pregunta básica: ¿cuánto generan Guayaquil-Guayas al país? Así sabremos si hay relación entre lo generado y lo asignado.
Hace décadas Cordes y BCE dan cifras de las economías locales al Valor Agregado Bruto, VAB (total de producción), pues la economía nacional es la sumatoria de las diferentes localidades en producción, comercio, finanzas, turismo, etc. Esto permite un adecuado conocimiento de las socioeconomías locales en el todo nacional.
Antes se reconocía que Guayaquil-Guayas creaban el 30 % del PIB. Hoy se ha modificado. Datos del 2020 dicen que el VAB (PIB) fue de 93’177.638 miles de dólares y que Guayaquil aportó el 22,5 % y Guayas el 28,82 %.
Por eso la Cepal (2021) dice que “esto permite comparar la posición del VAB de Guayaquil con la del país, con fuentes en las Cuentas cantonales del Banco Central del Ecuador”. Según el VAB del 2020 Guayaquil aportó en las siguientes actividades: manufactura (22,47 %), actividades profesionales e inmobiliarias (14,31 %), comercio (13,33 %), construcción (11,81 %), y transporte, información y comunicación (7,96 %).
Estas cifras nos llevan a la distribución, justicia y solidaridad que debe tener el PGE, puesto que la solidaridad con localidades de baja actividad productiva y comercial debe existir sin sacrificar la justicia distributiva del PGE a las diversas sociedades locales. Además en Guayaquil-Guayas está la mayor población, migración interna, crecimiento urbano, demanda social, etc.
Por esto es necesario que universidades, intelectualidad y sectores sociales que las integran y crean el PIB local, deban plantear este problema exigiendo equidad distributiva del PGE. No cabe seguir sacrificando a sectores que más aportan al PIB nacional y que tienen carencias sociales. Es justo que cada sociedad local reciba según su producción, solidaridad, en relación con población y necesidades. La solidaridad debe existir pero sin sacrificar a sociedades y población productivas y necesitadas. Los diferentes sectores sociales locales deben saber esto para que luchen por mejor justicia distributiva del PGE para estas sociedades.