Celebración, historia, simbolismo y cultura

Hoy el cerro Santa Ana y el Malecón (que hablan de Ciudad Vieja y Ciudad Nueva) son los diversos sentidos y significados de ellos
Las ciudades históricamente crean fechas de rememoraciones simbólicas que expresan procesos de creación continua de identidad sociocultural. Las tienen EE. UU., Alemania, etc. Guayaquil también. La urbe tiene dos fechas que definen sentidos simbólicos: julio y octubre, que dan sentido y significado diverso. Julio rememora su fundación española luego de la conquista y coloniaje. Octubre crea el perfil sociopolítico de su historia social. El primero tiene huella perenne en el Cerrito Verde (Santa Ana). El segundo, de mayor sentido y alcance histórico, se perenniza en la Columna de los Próceres, inaugurada el 9 de octubre de 1920.
Cada uno tiene varias lecturas, estudios y relatos. Octubre siempre ha tenido mayor trascendencia histórica por la lucha por la libertad. En 1960 y 70 las dictaduras militares buscaron potenciar los hechos julianos con la intención de opacar la lucha por la libertad. Sin embargo, hoy tiene un sentido sociocultural de su construcción histórica de ciudad-puerto. Desde ahí al presente, julio y octubre concentran y sintetizan el simbolismo y sentido histórico de Guayaquil. Hoy el cerro Santa Ana y el Malecón (que hablan de Ciudad Vieja y Ciudad Nueva) son los diversos sentidos y significados de ellos. La calle 9 de Octubre, del Guayas al Salado, y la avenida Olmedo dan el valor íntimo y último de una epopeya histórica del colectivo guayaquileño que conquistó independencia y libertad. Uno y otro se rememoran. No obstante, siempre existirá diferencia entre el acuerdo histórico de chonos y huancavilcas con españoles para dar lugar al asentamiento definitivo. En tanto que el 9 de Octubre seguirá unido eternamente al rol histórico y sociopolítico de Guayaquil por la Aurora Gloriosa de ella y por la nación. Celebremos los eventos julianos que sintetizan el acuerdo histórico del mestizaje afirmando su fundación y traslados. No perdamos el sentido final de la comprensión pues julio resume el último traslado. Esto crea el sentido y valor histórico de un proyecto local, sociocultural, ideológico y político de una ciudad-puerto mercantil-capitalista que siempre luchará por sus derechos, sin desviarse de esa ruta que es parte de su marcha humana y colectiva. Esto hace a Guayaquil ciudad de gran significación histórica.