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Ministra leal e intachable

¿Se ‘renuncia’ a una colaboradora de este tipo? Evidentemente aquí hay un doble discurso.

Ilustración de Mae Montaño para columna de Tania Tinoco
IlustraIlustración Teddy Cabrera

¿Cómo te deshaces de una mujer “leal e intachable”? La pregunta no es para el marido infiel, a quien le falta el coraje para reconocer que dejó de amarla. No. La pregunta es para el Gobierno del Encuentro. ¿Cómo le pide la renuncia a una ministra leal e intachable ?

No solo la califica así, también le agradece profundamente sus servicios por la gran labor desempeñada…. Pregunto: ¿Se ‘renuncia’ a una colaboradora de este tipo? Evidentemente aquí hay un doble discurso. Es al menos lo que veo yo.

Mae Montaño fue una de las fundadoras del Movimiento CREO; vehículo que usó Guillermo Lasso para llegar a la Presidencia. Mae fue asambleísta por ese movimiento y por razones no expuestas públicamente, se alejó de él y se mantuvo al margen de la última campaña presidencial, hasta la segunda vuelta. Fue allí cuando el entonces finalista la convenció de volver a su entorno y ayudarlo en el tramo final para llegar a Carondelet. Quizás muchos recuerdan la imagen que se publicó meses atrás, sellando ese acuerdo: la hoy pareja presidencial y la exasambleísta. Los tres sonrientes.

Aun antes de que arrancara formalmente el nuevo gobierno, Mae Montaño era parte de él y por eso a nadie le sorprendió su nombramiento como ministra de Inclusión Económica y Social. Lo que sí ha sorprendido ahora es que sea justamente la primera baja del régimen de Guillermo Lasso, y que este no le haya dirigido la palabra para hacerle conocer que estaba fuera. Es lo que cuenta la exministra en su comunicado a la ciudadanía. Explica además qué razones le dio el encargado de esa misión, el secretario general de la Administración, Iván Correa.

En la carta pública de Mae, fechada el 14 de septiembre, dice que en la reunión de ministros del día 13, el presidente no le hizo observación alguna sobre su desempeño, y que simplemente él se fue al terminar la reunión. Entonces “fue sorprendida” con el pedido de renuncia hecho por Iván Correa a nombre del gobierno.

¿Mae no merecía unas palabras del presidente? ¿Qué es lo que había hecho para que la señalaran por tener “agenda propia”? Acaso el mandatario no sabía de su movimiento político en pausa, mientras se desempeñaba como titular del MIES?

El periodista Carlos Vera lo había anunciado como primicia, junto con otros cambios que también se han dado. O sea, su salida se cocinaba a fuego lento. La especulación general es que el gobierno necesitaba ese ministerio para fines clientelares, cuando su luna de miel va perdiéndose.

Según Mae Montaño, Iván Correa le dijo que necesitaban “rescatar el MIES para sí”. ¿Es que acaso el ministerio no servía a los intereses del país?

Sé que debemos aceptar que hay jugadas políticas de las que solo entienden los políticos; que en la búsqueda de la gobernabilidad cualquier gobierno echa mano de lo que puede y que en sus decisiones siempre hay “daños colaterales”… Pero qué daño tan grande se ha hecho el Gobierno del Encuentro al soltar la mano de quien le dio la suya en ¡momentos tan críticos!

A la ministra “leal e intachable“ (esos términos fueron usados en el comunicado oficial, en el que además se agradeció profundamente a Mae Montaño) la han dejado colgada a menos de cuatro meses de mandato.

No son pocos los que dirán que fue culpa de Mae. Que ya la dejaron ‘colgada’ antes y que volvieron a hacerlo. ¿Culpa de ella por volver a confiar? ¿Culpa de ella por no aprender del pasado?

No sé qué decir, pues personalmente admito una memoria corta para aquellas cosas que es mejor olvidar. Pero sé que muchos estarán en desacuerdo y acaso me recordarán ese proverbio árabe que dice: “La primera vez que me engañes será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía”.

Más allá de si Mae pecó de ingenua, ¿qué señales nos empieza a dar el Gobierno del Encuentro?