Rubén Montoya Vega | Frenar. Verificar. Difundir

¿Donald Trump quiere de verdad la paz? Él miente como respira
Las noticias falsas tienen un éxito arrollador porque conectan enseguida con nuestros deseos y prejuicios. Como dicen los lamparosos: hacen ‘match’. Creemos lo que queremos creer. La verdad, en el fondo, nos vale poco.
Estoy convencido de que la mayoría de Occidente cree la versión de EE. UU. sobre su ataque “preventivo” contra instalaciones nucleares de Irán, tal como le cree a Benjamín Netanyahu cada vez que elimina palestinos en respuesta a la barbarie que desató Hamás un tristísimo 7 de Octubre del 2023. Van, destrozan y nos cuentan. Nosotros les creemos.
Pues bien, en cuanto a lo de Irán es hora de hacer preguntas: ¿en qué informes se basó el presidente Donald Trump para el ataque? ¿Qué datos lo llevaron a concluir que el uso de armas nucleares iraníes era inminente? ¿Qué le hizo pensar distinto a su propia directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabard, quien en marzo pasado declaró que “la comunidad de inteligencia considera que Irán no está construyendo un arma nuclear”? ¡En marzo!
Deberíamos dudar de lo que nos cuentan, ¿no cree? Pregunto nomás entonces, yo que de preguntar vivo: ¿no será ahora, luego del ataque unilateral, que Irán y todos los malos malísimos de Oriente Medio se darán cuenta de que tener armas nucleares se les vuelve imprescindible? Por favor intente pensar diez segundos como iraní, y tendrá la respuesta…
Por eso me pregunto si el ataque fue exitoso. O si Trump quiere la paz. Él miente como respira: las más de 20 mil mentiras que dijo en su primer mandato podrían quedarse cortas en el segundo. Como en el tema de los aranceles, él amenaza, aplica, retrocede. “Me tomaré 15 días para pensar si intervenimos”, dijo. No intervino: declaró una guerra en el día dos. Todo en él parece un mal chiste. Lo peor es que sus mentiras pueden traer tragedias. Y esta sería mundial.
Los periodistas tenemos una fórmula para atajar las noticias dudosas: frenar, verificar, difundir. Contextualizar siempre. A usted le sugiero aplicar una parecida: frene antes de creer. Frene. Dude. Dude de todos los Trump del planeta. Dije “de todos”. Y empiece por casa. Digo, para practicar.