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‘Vacunan’ hasta en los hospitales

Avatar del Rosa Torres Gorostiza

Una línea telefónica, para denunciar las extorsiones no va a acabar con ellas. Se requieren acciones y no omisiones’.

El miedo a ser extorsionados ha llevado a algunos médicos, enfermeras y hasta miembros del personal de servicio del hospital del Guasmo Sur, del Ministerio de Salud Pública, a sacarse sus uniformes cuando están en la calle. Los empleados de la salud quieren pasar inadvertidos hasta dentro de las instalaciones, porque ni allí se sienten seguros. Temen que en cualquier momento ocurra alguna balacera.

Hay integrantes de grupos delictivos que han comenzado a merodear por la casa de salud en busca de personas a las que puedan aplicarles lo que ellos llaman “la vacuna de la seguridad”.

Los mensajes extorsivos, con montos impagables para sus economías, han llegado hasta con supuestos enfermos que asisten a consultas médicas. Ni las cámaras disuaden a los delincuentes, que se valen de cualquier artimaña para cometer sus fechorías.

Los primeros mensajes y amenazas, propagados como el coronavirus por las instalaciones del hospital, han asustado tanto a los trabajadores que llegan con su ropa de trabajo en las carteras o en las mochilas. No quieren correr el riesgo de que les lleguen mensajes a sus teléfonos o a través de terceros. Los que más se cuidan son los médicos que, sin embargo, evitan hablar de lo que está ocurriendo dentro y fuera de las instalaciones.

Hasta la semana pasada no se habían presentado denuncias en la Fiscalía, pero los policías de la zona habían sido informados de la presencia de personas sospechosas en moto, que abandonan el lugar cuando pasan los patrulleros.

El mensaje que la delincuencia está enviando a la población, cada vez más asustada, es que ni en los hospitales ni en las escuelas hay seguridad para nadie; tampoco en los hogares.

Y la pregunta que me hago ante estos hechos es ¿que están haciendo las autoridades para frenar esta ola extorsiva, si lo primero que le dicen los delincuentes a sus víctimas es que si hablan no vivirán para contarlo?

Una línea telefónica para denunciar las extorsiones no es suficiente sin un plan integral de seguridad y protección que responda a las necesidades de la población. Más acción y menos anuncios es lo que necesita el país.