Rosa Torres: Las carreteras del desastre

Ecuador enfrenta cada año el deterioro de carreteras, sin soluciones definitivas, afectando la economía y la seguridad vial
Todos los años los mismos daños en los mismos sectores y en las mismas carreteras que se reparan en la época seca y se vuelven a dañar en la lluviosa. Ningún gobierno ha roto el círculo vicioso que demanda millones de dólares al Estado por soluciones parche. Y así, el Ecuador pierde todos los años esos millones de dólares porque no hay vías en buen estado que comuniquen a las tres regiones continentales: Costa, Sierra y Oriente.
Gran parte de los ejes viales tienen problemas, pero los mayores se dan en las carreteras más importantes que unen la Costa con la Sierra: Ibarra-San Lorenzo, Aloag-Santo Domingo, Latacunga-La Maná, Montalvo-Guaranda, Pallatanga-Riobamba, La Troncal-Cañar, Puerto Inca-Molleturo-Cuenca, Girón-Pasaje y Santa Rosa-Loja. Y en las que conectan la Sierra con el Oriente: Tulcán-Nueva Loja, Papallacta-Baeza-Lumbaqui, Guamote-Macas, Guarumales-Méndez, Sigsig-Gualaquiza y Loja-Zumba.
Algunas carreteras están en peores condiciones que otras porque no solo se cortan por los deslaves, sino que la capa de rodadura tiene tantos daños en algunos tramos que transitarlas se convierte en toda una odisea para los conductores y los pasajeros, que viajan de tumbo en tumbo zigzagueando.
No ha habido año en que no haya problemas de deslizamientos en Molleturo. Estos comenzaron desde que se construyó la vía Cuenca-Puerto Inca porque ni entonces, ni después, ni ahora, se ha hecho una correcta estabilización de los taludes que fueron cortados para darle paso a la vía. Tampoco se construyeron los suficientes drenajes –en algunos sectores ni siquiera existen– que permitan la evacuación de las aguas lluvias. Lo mismo ocurre en la vía Aloag-Santo Domingo, en la Girón-Pasaje y en la Santa Rosa-Loja, así como en todas las demás mencionadas, que se bloquean de tanto en tanto porque ni siquiera hay equipos camineros suficientes para hacer las limpiezas o las reparaciones inmediatamente después de que ocurren.
El país necesita vías, buenas vías, para progresar, pero no las tiene y eso aumenta el nivel de inseguridad en todo sentido. El problema es profundo y las soluciones deberían ir en la misma línea. Pero los políticos siguen enfrentándose por sus intereses. ¿Para qué van a atender las urgencias?