La vicepresidente Muñoz Seminario

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“A mis compañeros de terna: ha sido un privilegio compartir este camino con ustedes”.

La nueva vicepresidente de Ecuador, abogada María Alejandra Muñoz Seminario, tiene 41 años de edad. Guayaquileña, de ancestro respetado y respetable.

Casó con Leopoldo Orellana Alcívar. Su primer hijo, Leopoldo Orellana Muñoz murió de 10 años de edad (cáncer) el 8 de octubre de 2011. Tiene 3 hijos más.

Antonio Seminario Lara y Jessie Astudillo Blum, tuvieron 4 hijos. La primera, Elizabeth Seminario Astudillo casó con José Muñoz Robles, hijo de José Muñoz Aguirre y Elisa Robles Zanatta.

Abanderada en primaria y secundaria. “De 14 años vendía camisetas pintadas y a los 18 tuvo su primer trabajo formal”. Asesora jurídica en la presidencia de Gustavo Noboa (2002) hasta enero de 2006. En el gobierno de Alfredo Palacio fue subsecretaria General de Gobierno y Policía. De bajo perfil. Directora Nacional del Servicio de Aduana (Senae) en el actual gobierno. Abogada con experiencia en el sector público y privado. Sirvió en silencio, dijo su madre. No le gusta ser foco de atención. El presidente de la Asamblea, César Litardo, dijo que fue un proceso democrático. Abogada con especialización en Derecho Empresarial y Tributario. Máster en prevención de violencia contra la mujer y políticas de inclusión por la Universidad Salamanca de España. Tiene certificación del programa de Entorno Económico y Global, Gestión de Riesgos, Manejo de Crisis Institucionales y Prácticas Antisoborno por la Universidad de Cambridge en Londres; y una certificación del programa de Liderazgo y manejo en el IESE Business School de Miami, EE. UU. Durante 19 años ejerció la profesión. Dictó cátedra de Derecho Administrativo. En el sector privado consultora, investigadora y directora Ejecutiva de áreas sobre asuntos regulatorios y ética con énfasis en aplicación de políticas de inclusión de la mujer.

“Recibo esta designación democrática a tan alta dignidad, con agradecimiento y profundo compromiso con el presidente Moreno. Gracias por su confianza. Cuente con mi trabajo”. “A mis compañeros de terna: ha sido un privilegio compartir este camino con ustedes”.