Tiempo de reflexión y unidad

Se debe promover una gran unidad nacional para salir de la crisis en que nos encontramos.
En los últimos días, Ecuador ha sido convulsionado por varios acontecimientos de gran trascendencia que ameritan una reflexión ciudadana y unión como nación.
El aciago sicariato de Fernando Villavicencio, candidato presidencial que, según encuestas tenía grandes expectativas por llegar a la presidencia de la República, alteró de manera drástica el tablero y cronograma electoral. Ecuador y el mundo lamentan y condenan este execrable delito, exigiendo investigaciones eficientes para dar con los autores materiales e intelectuales. Anteriormente asesinaron a Agustín Intriago, alcalde de Manta, lo cual también fue repudiado. Expreso mi pesar a los familiares y amigos de los líderes asesinados.
Al llamado de dos candidatos, se reunieron en Quito y se adhirieron a un manifiesto condenando el asesinato de Fernando Villavicencio, acogiendo el sentir ciudadano. Solicitaron investigaciones ágiles, reclamando al Gobierno por la inseguridad del país, haciendo llegar el pésame a sus familiares, pero quedó la declaración corta en relación a temas de fondo. Era necesario que los candidatos se comprometan a la lucha contra la corrupción, delincuencia, narcotráfico y terrorismo, a mantener la dolarización, respetar y apoyar al IESS, no utilizar los encajes bancarios del Banco Central y el dinero de la reserva en el exterior, dar seguridad ciudadana y jurídica. Sobre estos puntos debemos formar una gran unidad nacional.
Otro evento fue el debate presidencial, que mantuvo un récord de sintonía. Lamentablemente el formato del debate no permitió que en 60 segundos y luego en una réplica de 45 segundos, el candidato pudiera exponer con claridad y amplitud su programa de acción sobre las preguntas formuladas. Le faltó profundidad, ya sea por el modelo o por la cantidad de candidatos. No obstante, hubo dos perdedores, uno fuera de cancha, y tres ganadores, lo cual se evidenciará en las elecciones.
Estamos en tiempo de reflexión, meditando sobre la decisión de nuestro voto para no equivocarnos otra vez. Se debe promover una gran unidad nacional para salir de la crisis en que nos encontramos.