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Ecuador nació confederado

Avatar del Roberto Passailaigue

"Abramos un diálogo nacional para establecer si conviene volver a los inicios de su constitución, ahora como Ecuador República Federal"

La primera Constitución ecuatoriana expedida en la Constituyente de Riobamba el 23 de septiembre de 1830, en su primer artículo establece: Los Departamentos del Azuay, Guayas y Quito quedan reunidos entre sí formando un solo cuerpo independiente con el nombre de Estado del Ecuador. En su artículo siguiente determina que: El Estado del Ecuador se une y confedera con los demás Estados de Colombia, para formar una sola nación con el nombre República de Colombia. Consta que el Estado del Ecuador concurrirá con igual representación a la formación de un Colegio de Plenipotenciarios de todos los Estados, para establecer el Gobierno general de la Nación y sus atribuciones, y fijar por una ley fundamental los límites, mutuas obligaciones, derechos y relaciones nacionales de todos los Estados de la Unión.

Es en la Constitución de 1835, la segunda en estar vigente en el país y redactada por la Convención Nacional reunida en Ambato, donde se denomina oficialmente como República del Ecuador. Esta Carta Magna elimina la conformación del Estado del Ecuador en una federación de Estados con Nueva Granada y Venezuela que integraban la Gran Colombia, y crea oficialmente un país autónomo y soberano, como República del Ecuador.

En un artículo de opinión anterior, por error al transcribir la constitución y fecha, sostuve que Ecuador nace como República y se organiza en Estado democrático, unitario y presidencialista en la Constituyente de Riobamba en 1830, cuando realmente aconteció en 1835, en la Convención de Ambato. Agradezco al internacionalista, Dr. Johnny Roca de Castro, haberme hecho notar el ‘lapsus calami’. En todo caso, la historia nos enseña que, Ecuador nace con los tres Departamentos del Azuay, Guayas y Quito, y se une confederándose a los demás Estados de Colombia, formando los Estados de la Unión. La historia es una maestra compleja, pero debemos aprender de ella; en sus páginas se refugian la experiencia y vivencia de la humanidad. Abramos un diálogo nacional para establecer si conviene volver a los inicios de su constitución, ahora como Ecuador República Federal.