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Paremos la delincuencia

Avatar del Roberto Passailaigue

"Es momento de analizar la despenalización de la tenencia de armas de fuego en casa para la protección de la vida y seguridad de los miembros del hogar..."

La historia vuelve a repetirse. Ya en julio de 2017, Desde mi Columna escribí sobre el auge delictivo a cualquier hora o día, en carros, motos o a pie; asaltan, agreden, matan, ya sea por robo o sicariato. No hay lugar donde los ciudadanos estén a salvo de la delincuencia, son atacados en trabajos, restaurantes, negocios, almacenes, centros comerciales y calles, incluso dentro de sus domicilios, con todo tipo de seguridad y alarmas.

Antes los escalamientos, roturas de seguridades y asaltos se daban por las noches en las casas y preferiblemente cuando sus dueños salían de viaje; ahora es a cualquier hora, incluso al mediodía y con personas dentro.

Cuando los delincuentes son sorprendidos en flagrancia, los conducen a la Fiscalía y no se los puede identificar como autores, no se publican sus nombres ni muestran sus rostros en fotografías o filmaciones, para que la ciudadanía los conozcan; sino que los ocultan para proteger su identidad y honra. Son presuntos autores, de un presunto delito, sin caras visibles, sin nombres, solo iniciales.

Este mal entendido y peor aplicado Estado de derechos, protege el clima laboral de los delincuentes, que ya pueden operar durante el día en jornada ordinaria, sin pasar malas noches ejerciendo trabajo nocturno, con respeto a sus derechos humanos para que los asaltados no repelan el ataque y no sean acusados, identificados o agredidos, en contraposición de los derechos que les corresponden a las víctimas.

Es prohibida la tenencia de armas de fuego en casa y portarlas en la calle o automotores, de tal manera que el ciudadano honrado no puede defenderse de los saltos mientras los delincuentes actúan y atacan con toda clase de armas, protegidos y sobreseguros de que la ciudadanía no puede defenderse.

Es momento de analizar la despenalización de la tenencia de armas de fuego en casa para la protección de la vida y seguridad de los miembros del hogar; así como agilitar los trámites para portar armas según la actividad laboral y profesional del ciudadano; privilegiando la defensa personal y familiar. ‘Corsi e ricorsi’ de la historia.