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Roberto Aguilar: El nebotismo lava más blanco

Dada la reciente adscripción del nebotismo al club de enemigos de la corrupción judicial, cabe esperar que lleguen al fondo

El partido nebotista ecuatoriano apoyará el juicio político contra el indescriptible presidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, su vocal de bolsillo Xavier Muñoz y la exintegrante de ese organismo Maribel Barreno. Lo anunció este martes en un comunicado público emitido apenas horas después de que el presidente nebotista de la Asamblea, Henry Kronfle, se dejara ver en el portal del palacio de Carondelet en la peor compañía imaginable: se celebraba la tradicional Serenata Quiteña que el alcalde de Quito ofrece con motivo de las fiestas capitalinas al presidente de la República (en esta ocasión sus dos aliados, el correísta Pabel Muñoz y el presidente Daniel Noboa, respectivamente) y Kronfle asistió acompañado por su flamante asesor, un personaje sobre quien pesan fundadas sospechas de ser uno de los más impúdicos beneficiarios de la corrupción de la Justicia en la provincia del Guayas: el impresentable exasambleísta Pablo Muentes. Para tomarse en serio, pues, el apoyo del nebotismo al juicio político contra los angelitos de la judicatura.

Muentes: nunca había estado tan cerca de Carondelet (y cerca, por lo que se pudo ver este martes, significa adentro: bien por el presidente Noboa). Él es uno de los cinco asambleístas a quienes Fernando Villavicencio denunció en Fiscalía por tramar su asesinato, nada menos. Metido en un lío desde hace más de veinte años con el Banco del Pacífico, que lo acusa de haberle cancelado una deuda de 4 millones de dólares con letras de pago falsificadas (y hay tres peritajes independientes que lo corroboran), ha tenido la suerte de beneficiarse siempre, en el momento preciso, con cambios de jueces tan irregulares como providenciales, operados desde el Consejo de la Judicatura por el vocal Xavier Muñoz. En el Pleno de ese organismo este tema se ha tratado en más de una ocasión. Pero el vocal Fausto Murillo, que es quien lo ha denunciado, se queda siempre solo. Dada la reciente adscripción del partido nebotista al club de enemigos de la corrupción judicial, cabría esperar que sus asambleístas lleguen hasta el fondo de esta cuestión, desmonten los mecanismos corruptos que parecen operar en la judicatura del Guayas y desenmascaren de una vez por todas a Muentes. En su lugar, lo llevan a Carondelet de la mano del presidente de la Asamblea.

Kronfle: dizque apoya el juicio contra Wilman Terán pero lo recibe en su despacho y le da un espaldarazo, precisamente en los días en que el presidente de la Judicatura se pasa por el forro las críticas de la misión internacional de observadores del concurso para elegir jueces de la Corte Nacional. Y ese tema, el concurso para elegir jueces de la Corte Nacional (donde se cocina el proyecto de impunidad), es uno de los tres ejes del juicio político. Pero Kronfle y su partido, que con tanta vehemencia se oponían a la impunidad, no dicen esta boca es mía.

La verdad es que da lo mismo si el nebotismo apoya o no el juicio político. Primero, porque los angelitos de la Judicatura nunca serán censurados. Para ello se necesitan 92 votos imposibles de conseguir en una Asamblea con 50 legisladores correístas. Así que apoyar el juicio político a Terán y los suyos es una efectiva manera de lavarse la cara con cero riesgos. Segundo, porque la agenda de la Comisión de Fiscalización está tan copada que la hora de la verdad queda postergada para cuando sea demasiado tarde. En el mejor de los casos, no habrá juicio político a la Judicatura antes de 2025, año de elecciones. Eso, en términos de cronología política ecuatoriana, quiere decir nunca.