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Ricardo Arques: Mirar al lugar correcto

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Para seguir correctamente la línea hay que mirar quiénes son los personajes que los protagonizan, quién los nombra, cómo llegan

Aunque no es ciencia exacta sí se revela como certeza. Los 'headhunters' de los partidos políticos, es decir, los cazatalentos, hacen doble función de búsqueda: la de identificar probables líderes por su carisma y la de elegir a los pillos que servirán a sus corruptelas. En España y Ecuador han saltado un par de casos, disímiles, pero también paralelos. El español se llama 'caso Koldo', un escándalo nauseabundo que salpica al partido del presidente Pedro Sánchez y que afecta, en el rango mayor y por ahora, a José Luis Ábalos, exministro y exsecretario de organización de la formación política, hombre fuerte y de máxima confianza de Sánchez cuando se produjeron los hechos. Se entronca con el caso ecuatoriano 'Purga' en dos anclajes. Uno, la presencia en la trama de un político relevante, y dos, en la explicación pública y actitud del partido implicado, idéntica en ambos. Dicen: hay que aguardar a las conclusiones de la Justicia; si hay culpables deben ser castigados. Después marcan distancia con el acusado si no hay más remedio. Se trata de obviedades que en realidad persiguen enfriar los casos con lavatorias de manos al tiempo de esconder las evidencias que conforman los entresijos de sus pillajes. Claro que hay que esperar a la Justicia y que quien la hace debe pagarla, pero mientras los casos avanzan por los cauces debidos existe la intención de ensuciar y enmarañar los procesos ante la opinión pública. La distracción y dilación para no ir al grano da ventajas. La opinión pública debe mirar donde corresponde. Vean el caso español como ejemplo palmario: un vigilante sin formación llamado Koldo pasa a ser chofer del superpoderoso Ábalos. Al vigilante, sin formación, le ascienden de chofer a asesor y le nombran consejero de empresas públicas de talla. El exvigilante, ya asesor y consejero aunque sin formación, opera una trama para lograr millonarias comisiones con la venta de mascarillas a las administraciones públicas durante la pandemia. La génesis y trayectoria del caso bastan para dar cuenta del espanto, como por aquí con el PSC y su correligionario Pablo Muentes. Para seguir correctamente la línea hay que mirar quiénes son los personajes que los protagonizan, quién los nombra, cómo llegan, cuáles son sus méritos para llegar, cómo operan y cuánto se enriquecen en el cargo. La Justicia irá haciendo su parte a su tiempo y ritmo. Resulta increíble, ante todo, que líderes cuyo éxito se basa en la astucia política no se enteren de nada cuando se trata de sus colaboradores más cercanos.