Patria y vida

Quizá los represores cubanos puedan salvarse en julio, pero deben ir buscando a dónde refugiarse porque el pueblo cubano ya les perdió el miedo’.
Hace unos meses se hizo pública la canción Patria y vida, interpretada por reconocidos artistas cubanos, como un irónico desafío al famoso lema de la Revolución cubana de Patria o muerte. Inmediatamente que empezó a sonar la melodía fue un furor en el continente y también en la isla. Los paquidermos del régimen buscaron desacreditarla desde el primer momento, pero su mensaje y la transcripción de la realidad eran tan fidedignos, que no les fue posible. Ya para entonces, la situación provocada por el malestar de la población por la cada vez peor situación de vida en todas sus dimensiones, desembocó en las manifestaciones ocurridas en el presente mes de julio.
El régimen cubano, que se ha especializado en estar al otro lado de la barricada, especialmente promoviendo la subversión en Latinoamérica, ha encontrado un buen laboratorio en Venezuela para saber cómo defenderse de las protestas populares. Su método no falla en el corto plazo: eliminar cualquier posibilidad de unidad de comando, es decir asegurarse que las protestas sean acéfalas; limitar cualquier organización mediante el corte de las comunicaciones (redes sociales); romper el sigilo que debe tener todo proceso, activando los comités barriales; sacando a la calle adeptos violentos, y finalmente cansando a quienes protestan en una economía centralizada, donde la entrega de comida depende de que el burócrata levante el dedo o lo baje.
En Cuba sin embargo, hay dos situaciones nuevas. En primer lugar, cuando ya poco se tiene, poco se puede perder. Realmente la gente está tan desposeída, con hambre, angustiada y sin visión de futuro, que ha perdido el miedo. En segundo lugar, Cuba no puede vivir sin conectividad, pero el régimen va a morir si se conecta. En la medida en que más gente tenga acceso a las redes sociales, mayor es la permeabilidad de la información del exterior, y la comparación con otras realidades. Quizá no sea ahora en julio, pero no está lejos la primavera. Habrá que darles una puerta de escape a los dictadores; quizá México los acepte. Diaz-Canel sabe que Patria y vida es más que una canción.