Columnas

El ‘sketch’ morenista de la vacuna

"La “cadena de frío” para el mantenimiento de la vacuna es dato fundamental a tenerse en cuenta..."

El lunes, a través de su programa radial De frente con el presidente, Lenín Moreno nos sorprendió con algo así como su regalo navideño, al anunciar que la vacuna contra la COVID-19 estará disponible en Ecuador a partir de enero de 2021, agregando la perogrullada de que “las vacunas llegarán el momento en que estén listas”. Luego, el ministro de Salud, Juan Carlos Zeballos, señaló que el proceso de vacunación duraría entre seis y nueve meses y que como 30 % de la población ha contraído el virus, es probable que no necesite ser vacunado. Finalmente, como se ha afirmado que Covax, AstraZeneca, Pfizer y BioNTech, Johnson y Johnson y Moderna “son algunas de las opciones farmacéuticas a las que el Estado ha dado seguimiento con el fin de acceder al prototipo que esté listo en el menor tiempo posible”, cabe observar que no se mencionó siquiera la notable diferencia de precios de las vacunas, pues la desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca costaría unos 3 euros por dosis, la estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech superarían los 15 euros por dosis y la elaborada por la estadounidense Moderna y los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU., alcanzaría 21 euros por dosis, según lo detalla este mismo diario en nota del miércoles 25, en la que da a conocer que Oxford dice que su vacuna se mantiene en el frigorífico a temperaturas de entre 2 y 8 grados, por lo que se pueden utilizar los canales ya existentes para otras vacunas, en tanto la de Pfizer requiere temperaturas ultrafrías, de unos 70 grados bajo cero, y la producida por Moderna permanece estable seis meses a 20 grados bajo cero y aguanta 30 días en la nevera, con temperaturas de entre 2 y 6 grados.

Por último, un reporte de El Universo observa que los problemas para mantener las vacunas frías empiezan apenas salen de la fábrica: los barcos de carga son demasiado lentos y las vacunas tienen una vida limitada. El traslado por aire es mucho más costoso y el tráfico de cargas aéreas todavía no se ha normalizado. La “cadena de frío” para el mantenimiento de la vacuna es dato fundamental a tenerse en cuenta, pues para los expertos los países más pobres no podrán mantenerla para almacenar las dosis, y serán probablemente los últimos en superar la pandemia.