Dinero del Estado

Avatar del Nelly de Jaramillo

La amenaza de la marcha indígena ya no asusta a nadie, ni las bravatas de Vargas o Marlon Santi. Espera tu turno, Yaku, No desesperes.

Por lo menos desde la pandemia el mundo en general, no digamos los países menos desarrollados, viven una economía de guerra por las extremas restricciones de distanciamiento y movilidad, que han afectado las ventas y el consumo. La naturaleza de los gastos a que obliga la COVID-19 a los Estados es la de un súbito y urgente gasto público referido a adecuación o construcción de hospitales y centros de salud para atender a enfermos y hacer las pruebas de vacunas que están apareciendo después de un año del brote, porque técnica y universalmente funciona así. De seguido tendrá que venir la vacunación masiva a la población, que en nuestro país empezó apenas por unos pocos miles de la Pfizer. Se la puso primero, desde luego, Lenín Moreno, su familia, el ministro de Salud y supongo que los otros ministros y cúpula del Gobierno. El resto será problema del próximo presidente, al que pareciera que quiere dejarle saldos no cubiertos, entre ellos aún el premio Eugenio Espejo, que a través del Ministerio de Cultura debe pagarse mensualmente a los científicos, escritores y artistas beneficiarios, y que por primera vez en su historia no se paga ni siquiera el mes de enero, aunque se alega que el retraso se debe a un cambio en el sistema dispuesto por el Ministerio de Finanzas y que se normalizará pronto.

En todo caso, el país está muy ajustado en gastos y se vienen en abril los de la segunda y definitiva vuelta de los comicios presidenciales. No se puede derrochar un céntimo a “humo de pajas”, como pretende Yaku Pérez Guartambel, candidato de Pachakutik a la presidencia, que pide que se recuente toda la votación de Guayas, más el 50 % de las votaciones de 16 provincias por solo unas cuantas actas donde se han detectado fallas que pueden en efecto ser motivo de revisión, conforme dispone la Ley Electoral, pero no en la extensión que reclama Pérez en aras de la transparencia, cuanto más que está en tercer lugar, pues el candidato Guillermo Lasso lo supera con más de 3.000 votos en el escrutinio de la primera vuelta electoral y con él tendrá que ser el balotaje. Además que no hay plata para derrochar, ni ley que lo permita. La amenaza de la marcha indígena ya no asusta a nadie, ni las bravatas de Vargas o Marlon Santi. Espera tu turno, Yaku, No desesperes.