Columnas

Defender la empresa

"El empresario invierte en la industria, contrata mano de obra, produce, vende, paga sueldos, cerrando el círculo virtuoso de la generación de empleo"

En las redes, los autodenominados “sectores sociales” que aglutinan a sindicalistas, indígenas, socialistas; aquellos que cogobernaron en los primeros años del correato, aliados a la Revolución Ciudadana, reconocida internacionalmente como el cartel de la corrupción, con cinismo rechazan las declaraciones del ministro de Trabajo, abogado Luis Poveda, quien manifestó la necesidad de salvar las empresas para salvar el trabajo.

Como suele suceder con este tipo de grupos, se llenan la boca y los bolsillos hablando cínicamente del pueblo, cuando en realidad luchan para mantener privilegios e impunidad, como sucedió con los desmanes y vandalismo del 3 al 13 de octubre de 2019, en el fracasado intento de golpe de Estado, dejando más maltrecha la economía nacional.

La generación de empleo le corresponde al sector privado. El empresario invierte en la industria, contrata mano de obra, produce, vende, paga sueldos, cerrando el círculo virtuoso de la generación de empleo. 

No existe trabajo sin empresa, esa es la razón por la cual el artículo 325 de la Constitución manifiesta que el Estado garantiza el derecho al trabajo. La pregunta lógica es: ¿cómo lo garantiza? Generando leyes que incentiven la inversión y la generación de empleo, disposición violada durante los 13 años de revolución ciudadana, con leyes fiscalistas, represoras en contra del sector productivo privado; sector tildado de explotador en los discursos políticos, pero explotado por los mismos políticos en el gobierno, con cada ley económico urgente, una por año, en los últimos 3 años.

El Estado no está llamado a ser el primer empleador, porque el dinero del presupuesto se diluye en pago de salarios, en lugar de invertirse en servicios, obras y fortalecimiento de la seguridad social, para lo cual debe endeudarse. Y si a dicho endeudamiento le agregamos corrupción, tendremos la razón del miserable estado de la economía nacional.

Ya señores, dejen  de joder al país. Permitan que el 80 % de desempleados a los que ustedes no representan tengan la oportunidad de un trabajo; para eso es necesario defender la empresa.