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Libertad de opinión y abuso

Avatar del Medardo Mora

La ventaja de una democracia es que respeta las libertades, a diferencia de regímenes autoritarios o estatistas que subyugan a los ciudadanos y les coartan otro de sus derechos humanos...

Uno de los derechos humanos fundamentales, consagrado en la Constitución del Ecuador, es poder opinar o expresar libremente un pensamiento en todas las formas y manifestaciones. El fallo judicial que condenó a Diario El Universo a pagar una millonaria indemnización, fue un acto de reprochable abuso, cometido por “jueces” ante presión del expresidente Ec. Rafael Correa, cuyas consecuencias inmediatas fueron una injusta persecución a los directivos del Diario y la forzosa salida del país del autor del artículo de opinión, Emilio Palacio, a quien se causó un grave daño personal y familiar.

No se puede dejar de resaltar la Resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, condenando esa abusiva decisión judicial y disponiendo que el Estado ecuatoriano indemnice a las víctimas, lo cual demanda que se sancione a los autores del injusto fallo y que paguen el perjuicio causado al país. Nada es más condenable que alguien, amparado en el poder y en la fuerza que le otorga ese poder, atropelle derechos ciudadanos, más aún como en este caso, que se trató de un artículo de opinión publicado en un medio de comunicación de larga y reconocida trayectoria, comentando un hecho público como la revuelta policial del llamado 30 S.

Es propio de gobiernos tiránicos restringir libertades. Históricamente el más execrable de los delitos es sancionar a un inocente; se la consideró la más censurable de las injusticias contra las personas, así lo establecía el primer Código de Leyes de Hammurabi, hace cerca de 4.000 años en Babilonia. El ilustre escritor Juan Montalvo afirmó con toda razón, “desgraciados los pueblos donde la juventud sea sumisa con el tirano”. Aprovecharse de un cargo público para perseguir o castigar a una persona correcta es indignante, un funcionario honorable debe actuar apegado a la razón y el Derecho.

La ventaja de una democracia es que respeta las libertades, a diferencia de regímenes autoritarios o estatistas que subyugan a los ciudadanos y les coartan otro de sus derechos humanos, desarrollar libremente su personalidad, sin más limitaciones que respetar los derechos de los demás.