Año electoral e incertidumbres

Avatar del Medardo Mora

'Poco se ha hecho por corregir los preocupantes problemas estructurales del país'.

Este año el panorama para los ecuatorianos es de incertidumbres. Después de que el presidente denunció que la mesa dejada por el anterior gobierno “no estaba servida”, poco se ha hecho por corregir los preocupantes problemas estructurales del país, en especial lo relacionado con corrupción, excesivo endeudamiento, alto déficit fiscal, limitada inversión pública, creciente desempleo, unido a la ausencia de un proyecto y metas de gobierno que contribuyan a esperanzarse en un mejor futuro.

El actual ministro de Finanzas ha logrado oxigenar las finanzas estatales con financiamiento a bajo interés de organismos multilaterales y la emisión de bonos avalados por el Banco Interamericano de Desarrollo que permitirán al Gobierno ejecutar parcialmente el programa de vivienda que ofreció en campaña. Buscará terminar su periodo aminorando dificultades. Le queda al próximo presidente enfrentar un enredado problema social y económico, profundizado por equivocaciones o falta de decisiones oportunas.

El proceso electoral está arrancando. Por el respaldo popular que tienen hay protagonistas indiscutibles: Jaime Nebot, Rafael Correa, el movimiento indígena, (cuenta a la fecha con 5 aspirantes a candidatos: Tibán, Quishpe, Vargas, Iza y Pérez), Guillermo Lasso. Queda por ver cómo evolucionan las posibles candidaturas de Andrés Páez, Fernando Villavicencio, César Montúfar y algún nuevo nombre que pueda irrumpir como ‘outsider’, que deberá exhibir convicciones y antecedentes que generen confiabilidad ciudadana y lea bien pensamientos y anhelos de los ecuatorianos que han perdido credibilidad en la dirigencia política.

Está claro que habrá un elevado fraccionamiento en la votación. Los candidatos y organizaciones políticas que cuentan con mayor apoyo tienen altos niveles de resistencia.

El Gobierno y Democracia Sí, dirigida por Gustavo Larrea, tendrán alguna incidencia en la elección de los próximos gobernantes. La Dra. Rosalía Arteaga, que por su prestigio, conocimientos y civismo podría aglutinar un frente ciudadano, al parecer ha decidido excusarse.

Está claro que habrá un elevado fraccionamiento en la votación. Los candidatos y organizaciones políticas que cuentan con mayor apoyo tienen altos niveles de resistencia, lo que hará difícil que logren una mayoría absoluta de electores.