Medardo Mora Solórzano | María Corina y su Nobel de Paz

Por su defensa del más importante atributo de una persona que es la libertad, es que tiene un sitio en la historia
A quienes creemos en la democracia nos alegra que el Premio Nobel de la Paz se entregue este año a María Corina Machado, reconocida líder de América Latina que con indiscutida autoridad moral y firmes convicciones democráticas ha enfrentado frontal y valientemente a un gobierno dictatorial, despótico, como el que gobierna a su país.
Su lucha la inició desde que gobernaba el fallecido Hugo Chávez, defendiendo el derecho del pueblo venezolano a vivir sin persecuciones, ni represiones, ni soportando una crisis económica que los obliga a emigrar y vivir en condiciones precarias, alejados de su patria y familias, al serles imposible seguir en Venezuela. A esos compatriotas los ha buscado reivindicar con sus ideales, amor por su patria y defensa de los derechos humanos, exponiéndose a ultrajes o atropellos de un gobierno que se mantiene por la fuerza, no obstante el mundo constató que ella y su candidato fueron los legítimos triunfadores en la elección del 28 de julio de 2024.
Su posición la identifica con la defensa de la libertad que tanta sangre y sacrificios costó a la humanidad que triunfó con la Revolución Francesa, símbolo histórico de una causa que terminó con privilegios de reyes, cúpulas clericales apartadas del mensaje cristiano y de los señores feudales. Por su defensa del más importante atributo de una persona que es la libertad, es que María Corina tiene un sitio en la historia. El premio Nobel otorgado ha colocado la situación de Venezuela como una causa de nivel mundial.
En un mundo donde la lucha política se ha reducido a campañas publicitarias por captar o defender el poder para beneficio de partidarios y amigos sin importarles la suerte del país, han quedado para el recuerdo la confrontación entre ideas liberales y/o conservadores con las ideas socialistas o comunistas. La guerra fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética es parte del pasado. El dilema actual es entre autoritarismo y democracia, eso explica el conflicto Rusia- Ucrania, cuyo presidente Zelensky defiende la democracia occidental ante un ex directivo de la KGB estalinista como Putin.