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Mauricio Velandia: Las protestas universitarias del mundo llegan a Latam

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...ahora pelean con la disminución de matrículas y un nuevo competidor, que poco a poco se convierte en monstruo silencioso

Los movimientos estudiantiles han jugado un papel significativo como impulsadores de cambios sociales, políticos y culturales del hombre. El Movimiento Estudiantil de 1968, en EE. UU., Francia y México tuvo como eje de protesta la guerra de Vietnam, la discriminación racial y derechos civiles. En México el movimiento terminó con la masacre de Tlatelolco, con decenas de muertos. 

En China, terminaron mal las Protestas estudiantiles de la Plaza de Tiananmén en 1989, donde se pedían reformas políticas y libertad de expresión. La manifestación culminó con un número significativo de muertes. En Sudáfrica se presentaron las protestas contra el Apartheid, donde estudiantes sudafricanos jugaron un papel vital frente al racismo. 

No mucho menos emblemáticos fueron los Movimientos Estudiantiles de la Primavera Árabe (2010-2011), que agruparon estudiantes y jóvenes de Túnez, Egipto y Libia, desafiando a regímenes autoritarios, pidiendo democracia y derechos humanos. Los que vivieron las noticias de esos movimientos estudiantiles hoy tienen entre 70 y 80 años. Pero hoy hay nuevos jóvenes entre 20 y 24 años que pretenden que su generación no pase desapercibida; crecieron en un mundo más globalizado, donde las noticias por X vuelan.  

Las protestas propalestinas en universidades estadounidenses están aumentando. El 30 de abril de 2024, más de 200 manifestantes en la Universidad de Columbia bloquearon Hamilton Hall, un edificio ocupado por manifestantes contra la guerra en 1968. En la Universidad de California esta semana estallaron enfrentamientos. La Policía ha arrestado a estudiantes en los últimos días en Virginia Tech, Universidad de Florida, Universidad de Tulane y otros lugares. 

El número total de arrestos en todas partes aumentan, así como los campamentos de tiendas o carpas de campaña. Las universidades quieren imponer límites a esas protestas. Pero por otro lado hoy pelean con la disminución de matrículas y un nuevo competidor que poco a poco se convierte en monstruo silencioso, que crece: los videos educativos de YouTube, donde se encuentra, a veces, mejores expositores.

Los estudiantes en el mundo toman fuerza. En Harvard Columbia, por ejemplo, un grupo de ascendencia judía demandó a la universidad pues han sentido el peso de la discriminación racial bajo una indiferencia inusual. En Columbia se ha comenzado a suspender a los manifestantes, pero sus profesores critican a los rectores por recurrir a la Policía y piden manejar lo que ocurre como un momento de enseñanza a través de negociaciones y discursos en el campus.

Pues bien, en Latam ya los movimientos se presentan. La Universidad Nacional de Colombia, de origen público, y las Universidades del Rosario y la Externado de Colombia, de origen privado, han presenciado en los últimos días huelgas de profesores y estudiantes, que no abogan por el cese de la guerra en Gaza, sino que exigen transparencia en las cuentas universitarias, reclaman la erradicación de una educación antigua y sin innovaciones que ahora reciben a la sazón de una gran cartelización de profesores bajo el clientelismo académico, donde se cuidan unos a otros para no perder el pan, restándole a la educación calidad.

Los gobernantes del mundo deben estar preparados para controlar que 2024 no tenga los matices violentos de 1968. Ecuador no escapa de ello. Ministros, alcaldes y rectores pueden tener listas medidas de contingencia y anticipar un problema que crecerá en el mundo.