Ni a Jaime Nebot ni a sus pisapapeles les importa un comino el país: lo único que les mueve es su incontenible necesidad de retener el poder que los cobijaba y una insaciable sed de venganza con Guillermo Lasso.

La demostración de este desinterés es la designación que Nebot hizo de Jan Topic como candidato presidencial. El exalcalde de Guayaquil y hasta hace pocos días principal socio en la estrategia desestabilizadora de Rafael Correa, escogió a Topic porque vio en él al único que puede sacarlo del hueco en el que está y que es capaz de desbaratar la estrategia electoral del anticorreísmo. Con un partido enlodado hasta la nuca por su vergonzosa alianza con Correa en la Asamblea, en el Consejo de la Judicatura, en el Cpccs y sin cuadros con proyección porque ignoró a quienes podían tenerla, como Henry Cucalón o Doménica Tabacchi, Nebot decidió que Topic es la solución.

Para comenzar, al exalcalde de Guayaquil no le incomodó la hoja de vida de su ‘outsider’: Topic tiene un preocupante currículo judicial. De acuerdo a una investigación del portal La Defensa, el candidato de Nebot tiene en la Fiscalía cuatro denuncias por intimidación, una por incumplimiento de decisión de autoridad legítima, otra por amenaza de delito que amerita reclusión menor, una por daño a bien ajeno y otra por uso de documento falso. Una joya. Además, según dicha investigación, tiene un proceso por lavado de activos.

¿Nebot y sus pisapapeles tomaron en cuenta todo esto para considerar lo que para ellos es la solución para el país? No. Tampoco le preocupó al exalcalde su involucramiento en el caso Odebrecht del que aún quedan cabos sueltos. Ni le importó que fue en una cuenta de Topic en Merrill Lynch que la empresa Glory International relacionada con Ricardo Rivera, sobrino de Jorge Glas, depositó 13,5 millones de dólares. Lo único que movió a Nebot fue su desesperada necesidad de recuperar el poder que perdió por sus atroces decisiones políticas y su deseo de partir a las fuerzas electorales que se presentan como una amenaza a sus amigos del correísmo. Ni siquiera el escándalo público que supuso la paliza inmisericorde que Topic le dio a su medio hermano le importó un comino.

Nebot sabe que un Rambo no es, ni de lejos, el estadista al que un país decente aspira. Pero así y todo lo propuso.