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El karma del No a la extradición los perseguirá

Avatar del Martin Pallares

Decirle no a la posibilidad de introducir un elemento disuasivo al crimen aparece como una coartada narco.

Gane o pierda la pregunta 1, la campaña del No a la extradición pasará factura a sus promotores. Desde la decrépita izquierda de Unidad Popular y el Partido Socialista, hasta el populismo autoritario del correísmo, pasando por el maoísmo andino de Leonidas Iza, la oposición a la extradición será en el imaginario colectivo la pieza más visible de una alianza con los criminales.

Durante la campaña, los argumentos que se han dado a favor del No a la extradición han sido pueriles. Que en México y Colombia campea el narcotráfico a pesar de la extradición, dicen. ¿Han demostrado cómo sería la situación sin ella? ¿Tienen alguna idea sobre cómo la extradición ha afectado las dinámicas de los carteles, como ha ocurrido con el Chapo Guzmán?

Ni siquiera la llegada al poder de dos representantes de la izquierda que tanto admiran correístas y maoístas andinos, como Manuel López Obrador y Gustavo Petro, ha puesto en riesgo la extradición en México y Colombia. Petro, ni en su más lírico discurso ha planteado la posibilidad de eliminarla y no le tembló la mano para firmar la del hermano de Piedad Córdoba, una de sus más entrañables aliadas. El presidente colombiano ha firmado 83 expedientes de extradición desde que asumió el poder en agosto de 2022 y los únicos que han protestado son los del Clan del Golfo.

Ni siquiera el manido y achacoso argumento de la soberanía nacional ha sido utilizado por López Obrador o Petro. En su ignorancia o complicidad con el crimen, el correísmo y el maoísmo andino sostienen que el narcotráfico no se acabará con la extradición sino con el fin de la pobreza, cuando es más que evidente que el narcotráfico es parte del círculo vicioso de la pobreza estructural.

Nadie ha dicho que la extradición acabará con el crimen. Pero decirle no a la posibilidad de introducir un elemento disuasivo al crimen aparece como una coartada narco.

La única explicación que tendrá la sociedad para que políticos como Rafael Correa, Leonidas Iza o Yaku Pérez se hayan comprado el sambenito del No a la extradición, será, justa o injustamente, el de su complicidad con las mafias.