Premium

¿Los gringos no confían en Zapata?

Avatar del Martin Pallares

Para nadie es secreto que EE. UU. tienen desplegado en Guayaquil un importante sistema de información e inteligencia

Que Estados Unidos haya hecho público el jueves la información de que esa noche iban a explotar tres bombas en Guayaquil es un mensaje para el Gobierno. No tenemos confianza en el ministro del Interior, Juan Zapata, es lo que estaban diciendo los gringos.

Difícil no verlo así, más aún cuando al día siguiente se supo que lo de las explosiones resultó ser cierto y, sobre todo, cuando apareció Zapata confirmando que los estadounidenses no lo llamaron para compartirle la información. “Eso es lo raro”, confesó el propio Zapata a Carlos Vera, mientras que en Teleamazonas dijo que “lo más acertado hubiera sido que nos llamen”. En efecto, Zapata dice lo cierto: es muy raro que el consulado no le haya compartido los datos sobre las bombas y que lo “acertado” era que el ministro hubiera sido el primero en enterarse. Más extraño se hace todo cuando ese mismo día, Alain Luna, director de Investigaciones de la Policía, apareció en Ecuavisa afirmando que la Embajada de “un país amigo” sí les había dado la información y que con ese aviso se movilizó personal policial.

¿Por qué, entonces, Zapata sostiene que no sabía nada? ¿Acaso la información fue compartida por los estadounidenses con la condición de que no llegue a oídos del ministro? ¿Luna no le comunicó algo tan grave? Todo es, en efecto, muy raro. Lo único claro es que quien no sabía nada (al menos eso dice) fue el ministro del Interior que, técnicamente, es quien normalmente hubiera sido el primero en tener acceso a esa información.

Para nadie es secreto que Estados Unidos tiene desplegado en Guayaquil un importante sistema de información e inteligencia y que esa operación forma parte de un acuerdo con el Gobierno ecuatoriano, como parte de un plan para combatir al narcotráfico y al lavado de dinero. Se supone además que EE. UU. es el principal aliado estratégico del Gobierno de Guillermo Lasso y que una de las poquísimas fortalezas con las que cuenta es, precisamente, esa alianza.

Si Lasso quiere continuar con la ayuda de EE. UU. en el tema de seguridad tendrá que aclarar muchas cosas relacionadas con este episodio. No puede darse el lujo de no escuchar el mensaje o al menos de averiguar si los gringos estaban tratando de decirle que no tienen confianza en su ministro del Interior.