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La Gran Vacuna

Avatar del Martin Pallares

Las fuerzas de la mafia política han sembrado la extorsionadora idea de que la única fórmula para librarse de la inseguridad el control del Estado

Más allá de las vacunas de las que son víctimas miles de empresarios, en el Ecuador hay una que es la mamá de la mamá de las vacunas: la Gran Vacuna. Se trata de una extorsión a la que todos están sometidos.

La Gran Vacuna es la que aplican las fuerzas de la mafia política que han sembrado la extorsionadora idea de que la única fórmula para librarse de la inseguridad y la violencia es que el control absoluto del Estado esté en sus manos. Mientras eso no ocurra, las bombas, el sicariato y el terror no van a parar. O aceptas que yo me haga del poder o esto va a continuar, es el mensaje tras el operativo político en marcha.

La Gran Vacuna tiene muchas caras. Una de ellas es el crecimiento exponencial de la violencia desatada justo cuando se activó el más reciente episodio en esta saga del intento por sacar a Guillermo Lasso. Ahí entran varias herramientas. Una de ellas son ciertos actos de terrorismo con asesinatos colectivos y amenazas de bombas (muchas de ellas falsas) en comunidades vulnerables. Otra, las decenas de miles de llamadas telefónicas que se hacen a empresarios desde call centers donde voces impostadas aseguran ser líderes de bandas que van a cobrar por su “seguridad”. Son, en definitiva, todos esos actos que nacen de la evidente coordinación entre las mafias que están en las calles y sus primas hermanas que están obsesionadas con llegar a Carondelet.

Pero la Gran Vacuna es aún más que eso. Es lo que hizo la asambleísta Mireya Pazmiño cuando advirtió que no importa si se caen los votos para la destitución de Lasso por que “mi líder”, Leonidas Iza, sacará a sus fuerzas para derrocarlo. Vacunador también es Iza cuando sostuvo que si la Corte Constitucional no daba paso al juicio político armaría un nuevo paro. O la misma Conaie cuando en 2022 impuso al Estado su política de subsidios a los combustibles fósiles. La Gran Vacuna también es el miedo de los jueces de las pequeñas ciudades donde saben que si no otorgan la medida cautelar al jefe de la banda terminarán tirados en una zanja o asistiendo al entierro de uno de los suyos. El Ecuador está vacunado por todo lado, pero los dueños de la Gran Vacuna son un puñado de políticos que necesitan urgentemente el poder político.