Martín Pallares | ¿Y si Fito acordaba su entrega con la Fiscalía?

El hecho de que no se haya concretado una colaboración eficaz de Fito seguramente fue un alivio para algunos políticos...
Nadie puede dudar que haber sacado de circulación a Fito es una excelente noticia para el país y que lo que se hizo el 25 de junio en el barrio Monterrey de la parroquia Montecristi fue un hecho positivo para la tan venida a menos salud ética del país. Y si hay problemas con lo ocurrido ese día, más tienen que ver con las interrogantes y cabos sueltos que han quedado sobre las circunstancias en las que se produjo la recaptura. Inconsistencias por la falta de transparencia de las autoridades de Ecuador y también de Colombia. Entre esas interrogantes hay una muy inquietante sobre la que se ha hablado poco: la posibilidad de que Fito hubiera llegado a un acuerdo con la Fiscalía para su entrega. La versión sobre este asunto ha salido en algún medio colombiano y en diario La Hora y se fundamenta en unos audios del narcotraficante cuya autenticidad nadie ha cuestionado. De lo que se escucha en esos audios, hubo contactos entre agentes de la Fiscalía y Fito explorando la posibilidad de que el narco se entregue a cambio de ser colaborador eficaz y, posiblemente, tener una pena reducida como legalmente se estila. Esa posibilidad se frustró con el operativo en el que Fito se rindió. De haberse dado esa entrega de Fito, la justicia pudo haber tenido información para desarticular bandas delictivas en el país y, quizá, incluso en Colombia. Además y, sobre todo, se podía haber conseguido información del detenido sobre la participación de políticos conectados con el crimen. Toda esa posibilidad ha quedado enterrada, al menos por el momento.
Si bien no hay cómo apuntar con el dedo acusador al Gobierno por su decisión de irrumpir en el refugio de Fito, mientras había esas conversaciones sí se abre, en cambio, la interrogante sobre si Fiscalía y Ministerio del Interior se habían, o no, comunicado sobre los detalles de estos diálogos. Hoy la violencia se ha desatado en Manabí por las pugnas internas entre los Choneros, agrupación que dirigía Fito, y la posibilidad de que se tenga información relevante se ha evaporado. Todo puede cambiar, pero el hecho de que no se haya concretado una colaboración eficaz de Fito seguramente fue un alivio para algunos políticos, sobre todo para algunos que, aparentemente, tenían contactos directos con el narco y con otros cabecillas de grupos criminales. Ellos son los más beneficiados.