Martin Pallares: Daniel Noboa ofende al país

...nombrando a funcionarios con tantas sombras para una de las tareas del Estado más relevantes: la gestión de la justicia.
Los nombres que se están proponiendo para el Consejo de la Judicatura son una ofensa para el país. Y no solo por el de Mario Godoy, quien va a ser nuevamente su presidente, sino por los otros dos: Fabián Fabara e Ivonne Núñez. Ofensa, porque a un país al que se dice querer no se le falta el respeto nombrando a funcionarios con tantas sombras para una de las tareas del Estado más relevantes: la gestión de la justicia.
Veamos: en la terna enviada por la Corte Nacional de Justicia al Cpccs está como principal Mario Godoy, exabogado de dos narcotraficantes que están presos en EE. UU. y que luego se supo que son sus parientes políticos.
A Godoy no solo lo adorna ese precedente, que en realidad debió haber impedido que sea nombrado para el actual período, sino que luego de su gestión quedó como un funcionario de una incompetencia de niveles bíblicos: fue incapaz (entre otras muchas cosas) de organizar un solo concurso para elección de autoridades y una sola evaluación de jueces y fiscales.
El candidato de la Asamblea es, verdaderamente, de no creer: Fabián Fabara, actual presidente de la Corte Provincial de Pichincha. Fabara es investigado por prevaricato y sobre él pesa una declaración jurisdiccional previa de negligencia, razón por la cual el pasado 28 de mayo (hace nada), la Judicatura de Pichincha recomendó su destitución.
Hay muchas cosas más que decir de Fabara, como que fue ficha de Gustavo Jalkh para la colosal metida correísta de mano a la justicia y que, gracias a esas palancas, pasó un examen para ser juez provincial sin nunca haber sido juez de primera instancia, requisito ‘sine qua non’ para el cargo. ¿Algo más? Sí, claro. Estuvo metido en el escándalo del caso Peñaranda, de quien recibió tres jugosos cheques: uno de 70 millones de sucres, otro de cuatro y un tercero de 50 millones de sucres, según un reporte de Diario Hoy del 3 de julio de 1998.
Y como cereza del pastel está el nombre que el Ejecutivo (sí, Daniel Noboa) propone: Ivonne Núñez, actual ministra de Trabajo, cuyo única ejecutoria de jurisconsulta conocida es haberse inventado una patética y anticonstitucional acción de personal para destituir a una vicepresidenta elegida en la urnas, Verónica Abad. ¿Es remotamente posible la independencia de esta señora en el CJ?
Godoy, Fabara y Núñez son quienes manejarán la justicia mientras Noboa esté gobernando. Debe entenderse qué es lo que eso significa.