¿Quién nos salva?

Avatar del María Josefa Coronel

'La demencia de una sociedad de consumo ha destruido tanto el planeta que nos tiene agarrados de un hilo de esperanza'.

La Salud Pública más que nunca pide a gritos que los Estados, la sociedad y familia lleguemos a acuerdos mínimos para sobrevivir no solo ante las equivocaciones políticas que nos afectan, sino al sumo grado de irresponsabilidad con la que hemos tratado nuestro planeta. 

Me enorgullece y anima ver una nueva generación discutiendo si sus padres han comprado bienes de más y si es preciso acumular más riqueza, si es que con ello vienen enfermedades y la avaricia, ambas visitantes mortales.

El calentamiento global, la basura de los mares y ríos, y los nuevos virus nos amenazan todos los días. ¡Y eso que aún no descubrimos las causas del cáncer y remedio para las enfermedades cerebrales!

Aproximadamente 200 personas han muerto en China, y aparecen posibles casos en Europa y América del nuevo coronavirus, cuya cuna se la identifica en mercados húmedos donde se venden carnes de animales salvajes. En esto se incluye el tráfico ilegal de ciertas especies y, según lo explica Borja Reh, subdirectora de Zoología en el Zoo de Singapur, mucho influye que estos animales suelen ser cazados con métodos que les generan un alto nivel de estrés, lo que baja sus defensas y resulta muy fácil que afloren patologías. 

Sin saber con exactitud qué tipo de animal es la fuente de este virus, no se puede desconocer como elementos determinantes las pobres condiciones de higiene que siempre son un caldo de cultivo de gérmenes nuevos.

Las especies amenazadas no han contado con la protección de la humanidad, la miseria en la que viven millones de personas tampoco ha sido una meta superada por la sociedad universal y la demencia de una sociedad de consumo ha destruido tanto el planeta que nos tiene agarrados de un hilo de esperanza.

No recuerdo a sectores políticos que discutan estos temas como políticas que se conviertan en legislación justiciable. Tampoco conozco reuniones familiares o laborales donde se proponga modificar las conductas en dichas comunidades.

¿Alcanzaremos a salvarnos si empezamos a cambiar ahora?