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¡Contrastes!

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"¡Qué contraste entre una mente con neuronas activas y visión y otra disminuida por los riesgos de la burocracia!"

Regresé de Francia formada en Psicopedagogía/Psicología Infantil aplicada a niños y jóvenes con retardo mental, trastornos de conducta, aprendizaje y autismo, y comencé clases particulares por la inexistencia de este servicio.

Abrí en el año 66 un Centro Psicopedagógico autorizado por el Ministerio de Bienestar Social (Dr. Alfonso Roldós Garcés, ministro) y con el apoyo de estupendos jóvenes psicólogos, maestros y voluntarios. El matrimonio Pareja Gómez nos donó un terreno en Los Ceibos y el Club Rotario construyó nuestras instalaciones.

En los años 70 nos visitó un funcionario del Mineduc (hasta ese momento no existía ninguna sección de Educación Especial en dicho Ministerio, ni servicios, normativas, etc.). Él observó clases, servicios terapéuticos y diagnósticos, hizo preguntas generales que respondimos con mucho entusiasmo, dispuestos a compartir experiencias, metodologías psicopedagógicas y visión multidisciplinaria. Al despedirse, el funcionario nos retó (¿?) preguntando “¿por qué habíamos creado ese servicio si el Ministerio aún no lo daba ni lo controlaba?”. Nuestra innovación y profesionalismo resultaron una irreverencia para él… ¡Uf, uf, uf! Sí he conocido otros funcionarios inteligentes y proactivos durante mi vida.

Esos mismos años nos visitó el Dr. Adolfo Alvear, notable fisiatra, con posgrados en México, quien era decano de la Facultad de CC. MM. de la U. de Guayaquil y creador de la Escuela de Tecnología Médica. Como parte de un comité investigaba la discapacidad en el país y realizó el mismo recorrido del funcionario. Alvear, inmediatamente comprendió, valoró y nos estimuló a crear una carrera pertinente. Nos pusimos manos a la obra con diseños curriculares de avanzada y adaptaciones inherentes a una Fac. de Medicina, creándose por primera vez en el país la Tecnicatura de Pedagogía Terapéutica, con exigencias de gran rigor y prácticas, en parte, ya en Fasinarm, entregando a la sociedad pioneros y sólidos profesionales. Luego la carrera se convirtió en una Licenciatura.

¡Qué contraste entre una mente con neuronas activas y visión y otra disminuida por los riesgos de la burocracia!