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Protesta

"en el Ecuador el médico es la última rueda del coche, un cualquiera vestido de blanco, inoperante e inservible, hasta el punto de que puede ser sindicado, vituperado fácilmente y agredido increíblemente"

Estoy por creer que en el Ecuador el médico es la última rueda del coche, un cualquiera vestido de blanco, inoperante e inservible, hasta el punto de que puede ser sindicado, vituperado fácilmente y agredido increíblemente, hasta por la máxima autoridad de salud del país.

Con la mal denominada “mala práctica profesional” se inicia una persecución antigalénica para sindicalizar al médico cual vulgar delincuente, vejándoselo, apresándoselo, confinándolo sin ningún respeto y acusándolo de lo que fuese, sin darle la oportunidad de defenderse con todo el derecho que le asiste.

La Asamblea Nacional, con un porcentaje de funcionarios incapaces, pipones, especialistas en adquirir carnés falsos de discapacidad, traficantes de influencias, diezmólogos, repartidores de hospitales y carentes de autoridad moral, aprobaron el COIP, en donde no tuvieron empacho en incluir sanciones contra el médico, irrespetando la orientación eminentemente humanista de su vocación. y posteriormente, aprueban el COS, mamotreto inservible, donde se inscribían cerca de 170 contravenciones para castigar al médico.

El país y los médicos en particular no olvidaremos jamás este período de 14 años de miseria sanitaria, durante los cuales desfilaron por el portafolio de salud algunas “muestras médicas” destructoras, incapaces e incorrectas, que hicieron gala de su incompetencia y otras habilidades. Pero lo más duro de digerir han sido las declaraciones del actual ministro de Salud, con las que ofende y denigra a la clase médica -su clase-, haciendo aseveraciones falsas y malévolas, sindicando a los médicos como culpables de la llegada del coronavirus, que todos recordamos cómo fue, y de su diseminación entre nosotros debido a una irresponsabilidad inexistente, que como él declara, se debió a la participación de los galenos en actividades sociales donde ellos se contaminaron para luego contagiar irresponsablemente al resto del país.

El futuro presidente deberá nombrar ministros capaces, con experiencia, respetuosos, honestos, conocedores de su sector y responsabilidades. ¡Exigimos respeto!

Y sigo andando…