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Los sin padrino

Avatar del Luis Sarrazín

Titánica será la labor de reordenarlo, pues gran parte de los profesionales tiene su compadre prestador a quién referir al paciente como un normal acto societario.

El asunto de los prestadores externos del IESS y MSP es parte de una historia truculenta que se viene escribiendo desde hace varios lustros y que tiene una serie de recovecos difíciles de esclarecer.

Desde antes de los albores de la última democracia -1979- las actividades del sector salud marchaban aceptablemente. Recuerdo haber analizado la problemática del MSP y haber diseñado junto con el Dr. Francisco Huerta M. una serie de cambios muy importantes que se pusieron en práctica, lo que permitió seguir manteniendo al MSP como autosuficiente frente a la demanda poblacional.

Mucho más tarde, el gusano de la corrupción comenzó a corroer cerebros, manos y bolsillos y pusieron en boga las prestaciones externas institucionales, gracias al daño de los equipos médicos, muchas veces por parte de los propios profesionales de la institución, desabastecimiento de medicinas, compra de estas con sobreprecios exorbitantes, daños o sustracción de insumos, etc., todo lo cual provocó el impresionante descalabro del sistema de salud.

Titánica será la labor de reordenarlo, pues gran parte de los profesionales tiene su compadre prestador a quién referir al paciente como un normal acto societario.

Con el dinero invertido se habrían podido construir y equipar hospitales, centros de salud, dispensarios, etc., para solucionar la problemática de la atención sanitaria en el país, manteniendo su control institucional e impidiendo la génesis de un sistema prostituido.

Dando ejemplo de ser un pésimo patrono, el IESS, cual negrero experto en trata de esclavos, muy orondo y pagando tarde, mal o nunca a los prestadores o arrojándoles mendrugos a su antojo, se mantiene como espectador indiferente, alegre y locuaz desde la Zarzuela, ante el calvario de muchos de los 724 prestadores externos calificados, muchos de ellos sin padrinos, decenas de los cuales han quebrado, pues vendieron hasta sus propiedades para mantener responsablemente un servicio que se habían comprometido brindar a un miserable empleador que tiene al momento a muchos de ellos impagos desde hace 12 meses o más.

Y sigo andando…