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Enseñanza y educación

Avatar del Luis Sarrazín

Un error del señor presidente fue el no haber advertido a sus ministros que eran parte de un equipo y como tales debían mantener una comunicación

Me inhibí de opinar cuando se produjo un diferendo local entre autoridades, en un momento en que se requería una buena dosis de ponderación y calma. 

Con base en mi experiencia educativa de 52 años, la educación presencial es insustituible, siendo la virtual u "on line", una opción ocasional, sobre todo cuando el maestro se encuentra en otra ciudad o latitud geográfica.

Debo hacer una serie de acotaciones en atención a los eventos que tuvieron lugar, empezando por la extrañeza que causó en el terreno técnico-epidemiológica variante superveloz dispuesta por el COE nacional al cambiar en un tiempo sin justificación, el color del semáforo rojo a amarillo para Pichincha y Guayas, en un momento en que el porcentaje de ocupación por COVID bordeaba el 80 %, las camas UCI estaban ocupadas casi en un 100 %, la tasa de contagiosidad se mantenía alta y el porcentaje de mortalidad se encontraba en su mayor nivel. No olvidaré la extrañeza del señor rector de la Universidad Central ante tales anuncios, que lo único que pudo aconsejar fue que se guardasen las disposiciones sanitarias en forma estricta.

Un error del señor presidente fue el no haber advertido a sus ministros que eran parte de un equipo y como tales debían mantener una comunicación y una relación de lo más fluida, respetuosa y cordial entre ellos y las autoridades nacionales, regionales y locales, para poder coordinar las acciones de la manera más racional y adecuada.

La ministra de Educación, joven y sin mayor experiencia, se expresó con un toque de megalomanía, inmadurez y falta de tino, al enjuiciarla y amenazarla con la fuerza pública, pese a que la burgomaestre guayaquileña actuó apegada a sus responsabilidades sanitarias, que eran el resultado de los consejos y advertencias de la mesa técnica de salud municipal.

No olvidaré al Dr. Osvaldo Hurtado, cuando dijo que las actuaciones de un funcionario se parecían al ajedrez y que antes de actuar, había que analizar la posición de la piezas blancas y negras y una vez estudiadas todas las opciones posibles, hacer un movimiento acertado y exitoso. 

Y sigo andando...