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Derechos profesionales

Todo galeno busca devolver la salud a su paciente y de ninguna manera piensa en lesionarlo o liquidarlo...

Nadie discute que para ser médico se requiere recorrer un trayecto lleno de sacrificios, privaciones y algunas compensaciones, y que para consolidarse deberá seguir cursos de especialización que fortalecerán sus conocimientos y experticias.

Todo galeno busca devolver la salud a su paciente y de ninguna manera piensa en lesionarlo o liquidarlo, ya que su mejoría o curación es un motivo de éxito que sin duda será comentado favorablemente entre allegados y amistades.

Un articulado que el COIP incorporó permite colocar bajo prisión preventiva a un facultativo, dándose casos donde los hechos han sido totalmente desfavorables para el médico, como lo sucedido a una anestesióloga, cuyo paciente presentó en el acto quirúrgico un choque anafiláctico, accidente muy grave y desafortunadamente imprevisible, ya que no hay manera de establecer una hipersensibilidad medicamentosa a veces hasta el momento en que se produce.

Pese a haberse intentado probar en diversas y sucesivas instancias la inocencia de la anestesióloga en cuestión mediante comprobaciones clínicas e histopatológicas, ella fue declarada culpable en cada una de ellas; afortunadamente en la última, ante la Corte Constitucional, se logró probar su inocencia ante los miembros del tribunal y salió en libertad.

¿Se pueden imaginar ustedes en qué condiciones profesionales y anímicas se encontró luego de haber sido encarcelada injustamente por espacio de un año? ¿Quién la compensará por el daño físico, mental, espiritual y profesional sufrido y soportado injustamente?

Ante tan escalofriantes hechos, urge en el país la creación de la Conamed –Comisión Nacional de Arbitraje Médico, en calidad de instancia absoluta y obligatoria para tratar cualquier demanda en contra de un profesional de la medicina, en donde, en un ambiente altamente responsable e idóneo, se la pueda ventilar mediante conciliación, mediación y arbitraje en la búsqueda de la verdad y solo en el caso de que no se encuentre una solución aceptable para las partes, pueda entonces iniciarse una acción ante la justicia ordinaria. ¡Basta de abusos!

Y sigo andando…