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Hospital Mann - Hospital Gilbert

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Su dinámica y ejecutorias deberán ser imitadas cual ejemplo de impoluto servicio a la comunidad

En un acto solemne en la UCSG tuvo lugar el lanzamiento del libro Hospital de Niños Alejandro Mann - Memorias, editado por el Sr. Dr. Enrique Valenzuela Baquerizo, histórico documento que nos muestra cómo una estructura de madera y bijao pasó a una posición de indiscutible jerarquía, convirtiéndose en el Hospital de Niños Dr. Roberto Gilbert Elizalde.

Contó desde 1948 con egregios profesionales de la época, tales como los doctores Elio Esteves Bejarano, Alfredo Ceballos Carrión, Alfredo Valenzuela, Roberto Gilbert Elizalde y otros brillantes galenos, que fueron los artífices de una gran realización sanitaria en el campo asistencial.

Mencionaré a Luis Enrique Valenzuela Baquerizo, hombre sencillo, compañero de trabajo inmejorable, quien como cirujano de Emergencia en el antiguo hospital Alejandro Mann y luego como director del hospital Roberto Gilbert Elizalde, contagió a sus colaboradores de su mística de servicio, espíritu de lucha e inagotable capacidad de trabajo, todo ello entregado sin ánimo de recompensa alguna, a esos centenares de niños que con caras tristes frecuentemente o sonrientes a veces, concurrían en busca de salud a tan importante casa de salud. Su dinámica y ejecutorias deberán ser imitadas cual ejemplo de impoluto servicio a la comunidad.

El camino trazado fue recorrido exitosamente, pero lleno de obstáculos y enfrentando una resistencia férrea que se oponía a la consecución de sus caras aspiraciones; las quimeras del Mann-Roberto se cumplieron inspiradas en su afán de servir, e imbuido de esas sabias palabras del nutriólogo mexicano maestro Rafael Ramos Galván cuando decía: “En la vida no hay mayor placer que dar, y dando, sentir la nostalgia de dar”.

Esta es la historia del Hospital Alejandro Mann, convertido en el Hospital de Niños Dr. Roberto Gilbert Elizalde, donde se atienden miles de infantes de todas las latitudes en busca de la cura para sus males y que, gracias al extraordinario funcionamiento, calidad científica y humanismo de Enrique y su personal, lograron su propósito para honra y prez de la pediatría ecuatoriana.

Y sigo andando…