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Luis Sarrazín: Eutanasia

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Existe el riesgo de que sea utilizada violándose la razón, la ética o ciertos principios morales que deben regir la conducta humana

La eutanasia, proveniente de dos vocablos griegos, ‘eu’: buena, y ‘tanatos’: muerte; equivaldría a buena muerte, es decir al hecho de practicar exogénicamente la muerte a una persona bajo determinadas circunstancias.

Este es un tema muy delicado, que tiene una variedad de implicaciones. Hay quienes expresan que el derecho a vivir con dignidad contempla el derecho a morir con dignidad y esta opción abriría un ‘status’ divisionista entre aquellos que deben morir y los que requieren ser atendidos, lo cual ha hecho intervenir a la ONU en cuanto se refiere a la protección de personas con discapacidades.

Las asociaciones médicas mundiales han expresado unánimemente el criterio de que la eutanasia entra en conflicto con los principios éticos básicos de la práctica médica, sobre la base de que el médico está obligado a cuidar y proteger la vida de una persona, evitando a toda costa su muerte; al mismo tiempo, insta a los profesionales de la medicina a no participar en acciones eutanásicas, aun cuando estas pudiesen estar permitidas por legislaciones nacionales o despenalizadas bajo circunstancias especiales.

El acto eutanásico no es otra cosa que un asesinato premeditado tecnológicamente, realizado en favor de alguien que, bajo ciertas circunstancias, hubiese expresado el deseo de morir al amparo de una legislación que autorice dicho procedimiento.

La eutanasia equivaldría, para quien va a ejecutarla, a pararse frente a quien la hubiese solicitado y en lugar de dispararle con un revólver de 9 mm le introduzca en la vena una solución de cloruro de potasio, de sulfato de magnesio o similares y lo deje sin vida. El ejecutor será un asesino, sin importar las circunstancias.

Su aprobación introduce un manejo peculiar del consentimiento que es esencial, toda vez que hay quienes la solicitan y se arrepienten después, aperturándose una puerta para su aplicación a todos los casos de enfermedades o lesiones graves, incurables o no.

Existe el riesgo de que sea utilizada violándose la razón, la ética o ciertos principios morales que deben regir la conducta humana.

Y sigo andando…