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Lourdes Luque: Plata o plomo

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...toda la secuencia de eventos y desarrollo de estrategias criminales, son una franquicia que en cualquier lugar del mundo se replican con exactitud.

Estoy leyendo el libro Tras el grito, de Johan Hari, que cuenta la historia de la real guerra del mundo contra las drogas.

Los comentarios de “fantástico”; “apasionante”; “brillante”; “impresionante” y “riguroso” aparecen de grandes personalidades desde su portada.

Lectura recomendada para quien quiera entender cómo desde su inicio esta guerra tuvo dos vertientes. Una, que las drogas estuviesen en las manos de médicos para tratar a los narcodependientes como los enfermos que son, o dos, en las manos del narcocrimen, para quienes no hay que tratarlos, sino fomentar su consumo.

Según este libro, por 1920 aparece en la ciudad de Nueva York Arnold Rothstein, quien de mafioso de juegos y apuestas pasa a ser el líder de la mafia del alcohol ilegal en la época de la prohibición.

Es allí cuando desarrolló todas las habilidades y se convirtió en el líder del narcotráfico de la costa este de los Estados Unidos. Una de sus frases decía: “Una banda armada se alza pasando sobre los cadáveres de la anterior”. ¿Y no es acaso lo que hemos vivido en Ecuador?

Lo importante para nosotros es el leer que toda la secuencia de eventos y desarrollo de estrategias criminales son una franquicia que en cualquier lugar del mundo se replica con exactitud. Sea en el primer, segundo o tercer mundo.

Una noticia de esa época en The World indicaba que, por cada 1.000 dólares de inversión en el tráfico de drogas, la utilidad del líder territorial era de 7.000 dólares, luego de descontar gastos de logística y la preinversión en jueces y en políticos. Justo de esa inversión nace en México la alternativa de Plata o Plomo (o aceptas el soborno o recibes el balazo). ¿Suena familiar?

A más de lo anotado en las columnas anteriores, sobre evidenciar y cortar el flujo del dinero negro y de recuperar los servicios de inteligencia, hay que hacer una depuración profunda de nuestra fuerza pública y del sistema de justicia, creando sistemas de prevención, detección y protección frente a la amenaza del Plata o Plomo.

Sin depuración no hay futuro.