Pese a la gran cantidad de problemas que enfrenta el mundo, como las nuevas cepas que han aparecido junto al coronavirus, al hambre, a la desnutrición, al analfabetismo, continúa ocupando las primeras planas de las noticias internacionales el aumento de los ataques de Rusia a Ucrania.

Miles de muertos, destrucción de hospitales, albergues para niños, corredores para abandonar Ucrania, etc., sin esperanza de que cese el deseo de Putin de tomar a cargo Ucrania y luego seguir volviendo a apoderarse de los países que formaron la URSS.

El Consejo de Derechos Humanos decide suspender a Rusia como miembro del organismo y el delegado ruso apela esta decisión. El Consejo de Seguridad conoce de este grave problema que nos puede llevar a una nueva guerra mundial pero no decide nada, por el voto salvado de Rusia.

Biden califica de criminal y asesino a Putin y se conforma con mandar algunas armas a Ucrania y mantener su neutralidad en este caso.

Lo que es sorprendente es que Cuba comunista, Venezuela, Nicaragua y algún Estado más, que se llaman socialistas del siglo XXI, voten y apoyen a un Estado capitalista, como es Rusia, tanto como lo es Estados Unidos.

En cuanto a China, la segunda potencia mundial, se abstiene de votar en cualquier resolución que tome Naciones Unidas y mantiene sus buenas relaciones con Putin, a quien según comentan, lo trata de convencer de que no use material atómico.

Las matanzas que realizan las fuerzas rusas, los bombardeos y sus tanques, cada vez aumentan su poder.

Putin creyó que en cuatro días tomaría Kiev, pero todos los días se alarga el problema y mueren también muchos soldados rusos, por lo que se rumora que en su pueblo empieza a sumarse la oposición, aunque Putin tiene asegurada su presidencia hasta 2034.

Difícilmente habría un golpe de Estado, pues su gobierno tiene un control total usando los métodos que aprendió cuando fue miembro de la KGB.

La Unión Europea, la OTAN y su miembro Estados Unidos confían en que el círculo que se está formando para minar a Rusia en materia económica dará resultados. Yo quisiera recordarles que ya su país sufrió carestía de todo en los largos años del comunismo y aprendieron a vivir en la escasez.

Mientras tanto, siguen vendiendo gas y petróleo a Europa Occidental y si en algún momento estos estados prescinden de esos materiales, ya está encontrando Putin a quién venderlos, teniendo como clientes la misma China y varios países asiáticos.

¿Cuál es la solución, si Putin no va a dar marcha atrás? Tememos que Ucrania acepte las condiciones impuestas y que pase a ser otra vez, por lo menos un Estado manejado por Rusia, como lo es ahora Bielorrusia.