Columnas

Más violaciones de derechos humanos en China

La región autónoma de Xinjiang, noroeste de China, está poblada por la etnia uigur. Allí existen graves violaciones de derechos humanos, según Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos. De acuerdo a Estados Unidos, se reprimía a millones de uigures con torturas, violencia sexual y detenciones masivas en campos de trabajo. La etnia musulmana acusa a China de internar al menos a un millón en “campos de reeducación”. Pekín niega la acusación y habla de “centros de formación profesional” para apoyar el empleo y combatir el extremismo religioso.

EE. UU. prohibió la importación de materiales para paneles solares de una empresa china de la región e impuso restricciones comerciales a otras por uso de mano de obra forzada.

Los organismos internacionales poco han podido hacer frente a estas acciones impuestas por el gobierno chino. Para el profesor de la Unesco de la cátedra de Cultura y Educación para la Paz, Roberto Beltrán, poco se puede hacer ante esas imposiciones.

La comunidad uigur hizo una manifestación en Lausana, Suiza, contra los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Pekín. Para que el Comité Olímpico Internacional designe a una ciudad como sede de cualquiera de sus juegos debe tener en cuenta la situación política, ya que la designación es una especie de reconocimiento para el país. Parece que esos juegos se están convirtiendo más en un negocio que en un honor para un Estado que merece ser sede.

Cuando desempeñaba el cargo de embajador del Ecuador en Naciones Unidas-Ginebra, el presidente del Comité en esa época tuvo la gentileza de recibirme y hacía alarde de que el COE tenía más miembros que NN. UU. Entre los ejemplos que me daba nombraba a Taiwán, que participaba en los juegos realizados en China, pese a que este país no la reconocía como Estado.

EE. UU. también bloqueó la importación de productos capilares, algodón, piezas informáticas o material textil fabricado en la región, perjudicando a los habitantes de Xinjiang.

En este Diario, en el que he tenido el privilegio de escribir semanalmente sobre asuntos internacionales, he mantenido el criterio de que la Declaración sobre los Derechos Humanos y otras múltiples declaraciones sobre el tema, de nada sirven si no vienen acompañadas de sanciones que se impongan por las violaciones de los mismos.

Michelle Bachelet con mucha valentía ha hecho acusaciones que no han tenido mayor acogida. Tenemos el caso de Venezuela. Luego de visitarla, denunció todo lo que sucedía en ese país y Maduro sigue muy campante.

NN. UU. ya cumplió su misión. Debe haber una renovación total, cambiando primero, el Consejo de Seguridad y el veto que tantos problemas ha causado.