Premium

Juan Carlos Holguín | Para Petro, Correa y Luisa, el sol no es amarillo

Avatar del Juan Carlos Holguín

No me imagino lo que hubiese sido un gobierno de Luisa González y la autodenominada ‘Revolución Ciudadana’ en esta coyuntura

No son teorías conspirativas. El Cartel de los Soles existe desde hace mucho y ha sido la base del período pos-Chávez, pues desde su fallecimiento las estructuras narcocriminales tomaron control absoluto del territorio venezolano, incluida la designación de Maduro como sucesor del líder regional del Socialismo del Siglo XXI.

He resaltado en esta columna constantemente que la dictadura de Maduro está sostenida por la operación de estructuras criminales y por ello su salida del poder es difícil misión. La comunidad internacional pecó de ingenuidad al negociar con el régimen de Maduro una supuesta salida democrática años atrás. Por ello la evidente victoria de Edmundo González hace un año obligó incluso a que algunos socios políticos del Grupo de Puebla como Lula da Silva, condenen a Maduro y lo declaren dictador e ilegítimo.

Todos han querido alejarse de Maduro, incluido Petro. Excepto Correa y su proyecto político. Estar obligados a defender a una narcodictadura porque no tienen la libertad económica, menos aún de conciencia, para criticar a ese régimen, debe causar mucha impotencia en quienes aún tienen una base ideológica y algo de dignidad dentro de lo que queda de ese movimiento político.

En el año 2023, una exhaustiva investigación realizada por la organización de investigaciones periodísticas OCCRP (Organised Crime and Corruption Reporting Project) y el Miami Herald, demostró que el papel de las autoridades venezolanas en las actividades de narcotráfico ha progresado con el tiempo, desde un rol inicial de cobrar dinero por no intervenir en las operaciones ilegales, hasta convertirse en actores activos y en jefes de las operaciones regionales.

Informes obtenidos a través de la filtración de documentos de inteligencia de Colombia y testimonios levantados de forma directa evidenciaron la participación frontal de militares venezolanos, en sociedad con elementos de la guerrilla colombiana, en operaciones del narcotráfico, y cómo el régimen se ha vuelto cada vez más dependiente del dinero proveniente de esta actividad ilícita para contrarrestar el colapso de la industria petrolera y el peso de las sanciones estadounidenses.

“Ellos son los que están a cargo ahora, directamente involucrados en el transporte de cocaína, la distribución de cocaína, no sólo a Estados Unidos, sino también a Europa”, mencionó en esa ocasión Mike Vigil, exjefe de Operaciones Internacionales de la DEA.

No me imagino lo que hubiese sido un gobierno de Luisa González y la autodenominada ‘Revolución Ciudadana’ en esta coyuntura que vive el mundo, pero especialmente la región. De que nos salvamos, nos salvamos. Escuchar a la excandidata correísta en su gira europea en medio del resquebrajamiento de su movimiento político, defender a Maduro, solo confirma cuánto le deben al narcodictador. Y debe ser muchísimo.

Si hace pocas semanas nos sorprendíamos de constatar que el expresidente Correa recibe fondos de la narcodictadura de Maduro en calidad de ‘asesor’, las declaraciones de González el pasado fin de semana reafirman que el Ecuador debe cerrar la página del correísmo. Justificar el dinero que han recibido su proyecto político, algunos colegas y su jefe, será muy difícil.

Los soles existen y por suerte no regresaron al poder en Ecuador.