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Juan Carlos Holguín | ¿Es la minería ilegal la que apuesta por las apuestas?

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Delincuentes se aprovechan del anonimato que proporcionan los casinos, lo que dificulta el rastreo del origen de los fondos

Hace un año, conté esta historia: cuando Putin atacó Ucrania empezó una pesadilla para quienes ahí residían. Sobre todo para quienes habían emigrado a ese país que ofrecía varias oportunidades.

En el caso de los ecuatorianos, que de forma impensable eran la mayor comunidad de latinoamericanos allí, muchos jóvenes habían viajado por la falta de cupos universitarios en Ecuador, con la ilusión de estudiar lo que les gustaba, sobre todo medicina.

Pero otros, la mayoría de esos más de mil cuatrocientos ecuatorianos que estaban en Ucrania el día del ataque, habían caído en redes de negociantes que les vendieron la ilusión de un título universitario y de vivir en Europa al mismo tiempo.

A ellos les proponían también costearse sus estudios con un trabajo.

Al llegar a Ucrania, la residencia o la universidad no eran las mismas que habían visto en fotos y sus pasaportes eran confiscados. Debían pagar las deudas trabajando en ‘call centers’ en los que operaban junto a ciudadanos rusos, indios, entre otros.

¿Por qué había tantos ‘call centers’ en Ucrania? Eran centros de estafas globales, con decenas de miles de personas trabajando allí.

A través de llamadas telefónicas tenían un ‘modus operandi’ establecido: se ofrecían inversiones en criptomonedas, o se engañaba con supuestos premios de lotería, o de apuestas digitales.

En la actualidad la mayoría de empresas de la industria de las apuestas deportivas y los casinos digitales operan desde las mismas estructuras ilegales y según informes de Interpol y la Oficina de Naciones Unidas contra la droga, detrás de sus plataformas están mafias de Europa del Este y Asia.

Unifican la gratificación instantánea de un juego con el mercado de criptomonedas, de tal forma que los movimientos de dineros son de difícil identificación.

En el Ecuador es evidente que la minería ilegal es la columna vertebral del lavado de activos. El elemento común entre estas dos actividades criminales es que en ambas se busca dar apariencia de legalidad al producto o instrumento del delito.

En el caso del oro, se busca aparentar que proviene de una explotación legal para facilitar su comercialización o exportación.

Un método frecuente de lavado de dinero en los juegos de casinos consiste en convertir dinero sucio en fichas de casino, jugar con ellas en los juegos y luego cobrarlas como dinero limpio.

Los delincuentes se aprovechan del anonimato que proporcionan los casinos, lo que dificulta el rastreo del origen de los fondos.

En la actualidad, los delincuentes pueden explotar las plataformas en línea creando varias cuentas para retrasar la detección de transacciones sospechosas.

En países como el Ecuador, aprovechando un gris de la normativa, incluso pueden depositar dinero físico en establecimientos ubicados en ciudades y pueblos, que luego se convierten en dinero ‘virtual’, el cual lo blanquearán de esa forma.

Las muertes de futbolistas y deportistas solo seguirán en aumento si no hay un límite urgente a estas actividades.

Mientras la minería ilegal siga lavando el dinero en estas industrias, la pasión seguirá convirtiéndose en oro.